Audi. Los ‘Cuatro Aros’… a la F1
Desembarco en la categoría reina a partir de 2026
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JAVIER F. ZARDÓN
Del plateado…al rojo y negro. Vía libre para la compra de Sauber (Alfa Romeo dejará su colaboración en 2023), con un proyecto motorístico (independiente de Porsche) especialmente desarrollado para la máxima especialidad, al amparo de la nueva normativa FIA (Federación Internacional del Automóvil); proyecto en el que ya trabaja Audi Sport en sus instalaciones de Neuburg, a tiro de piedra de la casa madre de Ingolstadt.
A partir de 2026, la potencia eléctrica de los sistemas de propulsión que se utilizarán en la F1 (un motor eléctrico, una batería, una unidad eléctrica de control y un motor de combustión), aumentará considerablemente en comparación con los sistemas actuales; así, el motor eléctrico será entonces casi tan potente como el motor de combustión (544 CV); mientras los altamente eficientes motores turbo de 1.6 litros, funcionarán con combustible sostenible.
Centrado ahora en la F1, con la herencia rallye-raid como telón de fondo (RS Q e-tron ‘desértido, ya saben), Audi Sport interrumpe su proyecto del biplaza de Resistencia LMDh.
Si el automovilismo forma parte del ADN de Audi, para su presidente Markus Duesmann, «la Fórmula 1 es un exigente laboratorio de innovación y transferencia tecnológica». El gran interés por la F1 es global (más de 1.500 millones de telespectadores en el mundo durante 2021) y la competición es una de las citas deportivas con mayor alcance mundial.
En el imaginario de la memoria deportiva… Hans Stuck (padre del piloto de los 70/80), Bernd Rosemeyer, Achille Varzi… en la segunda mitad de los treinta; los ‘Peces de Plata’ Auto Union Type C (16V de 4.3 litros, entre 295 y 520 CV según versiones, con puntas de hasta 410 por hora) eran insultantemente imbatibles; aportando, incluso, ‘aventuradas’ soluciones técnicas que aún hoy continúan siendo referentes en las pistas de carreras… hasta una carrocería aerodinámica —totalmente carenada— para vestir a los Type C en los circuitos especialmente rápidos.
Unos revolucionarios monoplazas de motor central-longitudinal por delante del eje trasero (firmados por el mítico Ferdinand Porsche) que, décadas después, abrirían la puerta a los modernos F1; pero esa… es otra historia.
La que hoy nos ocupa… el desembarco de Audi, superviviente de aquellos ‘Cuatro Aros’ de Auto Union (Horch, Vanderer, DKW… y Audi), en la exigente —híbrida, también híbrida— Fórmula 1 del XXI.