Opel. Hace... 160 años
JAVIER FERNÁNDEZ
Septiembre de 1862… máquinas de coser. Dieciocho años después, Opel se convertía en el mayor fabricante mundial de bicicletas; debutando, en 1899, como fabricante de automóviles. Ahora, 160 años después de su fundación, Opel aborda los retos del XXI.
En su condición de hijo mayor del maestro cerrajero Philipp Wilhelm Opel, Adam estaba predestinado a tomar el relevo del negocio paterno; en realidad, sus planes eran otros… el gran sueño de París.
Tras su particular ‘travesía del desierto’ por Lieja, Bruselas y Londres, alcanza su anhelado destino, y a la trascendental decisión de entrar en el negocio de las máquinas de coser. A finales de agosto de 1862, aquel joven de 25 años, regresa a su ciudad natal, Rüsselsheim, donde montaría un modesto taller en casa de sus padres con, eso también, la desaprobación paterna —Philip Wilhelm no mostraba el mínimo interés por el proyecto—. Tras su cosmopolita periplo, el regreso a casa supuso un drástico cambio para Adam; aunque fuese allí, en el pueblo 2.000 habitantes, donde el cualificado joven… sentase las bases para una globalizada Opel.
A renglón seguido, el reputado sastre Hummel compraría la primera máquina de coser fabricad por Adam, artilugio que funcionó perfectamente durante 40 años —«Opel, la fiabilidad»—. Un año después, Adam establecería su primera planta de producción propia en el establo de un tío suyo mientras, desde París, su hermano Georg le suministraba acero, lanzaderas oscilantes, agujas, y hasta máquinas de coser completas… para revenderlas.
El negocio floreció tanto, que en los años siguientes se construiría (1868) un nuevo edificio: dos plantas para producción, una máquina de vapor y un edificio contiguo para oficinas y viviendas; 40 personas trabajaban ya para la joven empresa. Adam de casa con Sophie, quien no sólo se ocupaba de la casa, también de la contabilidad empresarial… un soplo de aire fresco para la compañía, con Opel adaptándose a los deseos de los clientes, produciendo máquinas de coser especiales para tareas específicas: 18.000 unidades en 1886, convirtiéndose así en uno de los mayores fabricantes de máquinas de coser en Alemania, y exportando a toda Europa.