911 GT3 R. Competición cliente… esencia Porsche
Listo para correr a principios de la temporada 2023
JAVIER F. ZARDÓN
El foco… reducir costes. Que los equipos privados (semioficiales con soporte de fábrica) recorten en un 10% los costes de uso en categoría GT3.
Un proyecto —por desarrollo— que arrancó en 2019, para sustituir a su victorioso predecesor, que lo ganó prácticamente todo durante cuatro temporadas: victorias absolutas en las 24 Horas de Nürburgring y en las 24 Horas de Spa-Francorchamps (equipo oficial); las formaciones privadas se anotaron victorias de clase en las 24 Horas de Daytona y las 12 Horas de Sebring, además de numerosos títulos internacionales de Velocidad y Resistencia en categoría GT3.
Ahora, el relevo viene de la mano de un perfeccionado ‘nueveonce’ GT3 R, cuyo motor de 4.2 litros es bastante similar al que se monta en el 911 (992) de serie: 6 cilindros ‘bóxer’, refrigerado por agua, cuatro válvulas por cilindro e inyección directa de gasolina, con lubricación por cárter seco, que rinde 565 CV y se une a una caja de cambios secuencial de 6 velocidades —embrague de carbono y levas en el volante— derivada de la que se utiliza en el actual 911 GT3 Cup.
Ante todo, los ingenieros de Porsche han optimizado las curvas de par y potencia en todo el abanico de revoluciones, de tal forma que el motor se adapte más fácilmente al pilotaje de los ‘gentleman drivers’.
Como también sucede con la suspensión, que aún conservando diseños anteriores, se ha revisado hasta lograr una conducción más sencilla; lo mismo que en la optimizada dirección, mucho más precisa y menos agresiva con el desgaste de los neumáticos traseros; mientras, en el eje delantero, el esquema de doble triángulo —en la suspensión— aumenta la rigidez para contrarrestar las fuerzas laterales, lo que se traduce en una gran agilidad del coche, consiguiendo así una conducción más previsible al límite.
En el puesto de conducción, además de un volante mejorado, que incorpora elementos probados en los últimos coches de carreras (911 GT3 Cup y 911 RSR), se adopta una pantalla de 10,3 pulgadas, con menos controles y más agrupados que, centralmente ubicada, está ahora más al alcance del conductor, incluso en los momentos más comprometidos de las carreras.
En suma, que Porsche ha centrado sus esfuerzos en una oferta tan atractiva para carretera como para circuito, con especial hincapié en la reducción de los costes operativos y de implementación para los equipos privados.