Porsche 911 RSR. Una década… inolvidable
JAVIER FERNÁNDEZ
La bandera… de Penske Motorsport. Enarbolando esa bandera, la casa de Stuttgart-Zuffenhausen volverá, en 2023, a la máxima categoría del Mundial de Resistencia con el 963.
Porsche puede presumir —con razón— de un balance positivo en sus diez años con el 911 RSR; a lo largo de la última década, el ‘bóxer’ de carreras más potente que haya salido nunca del Centro de Desarrollo de Weissach, ha marcado su impronta —ha dejado huella— en la competitiva categoría GTE-Pro.
Una historia que arranca en 2013, cuando Porsche adquiría el 51% del equipo Manthey, una experimentada escudería de la región alemana de Eifel encargada de la participación oficial en el Campeonato del Mundo de Resistencia, cuya organización debutaría con victoria en Le Mans de ese mismo año; firmada, precisamente en la temporada del cincuentenario del icónico ‘nueveonce’ por pilotos tan enjundiosos como el alemán Marc Lieb, el austriaco Richard Lietz y el francés Romain Dumas.
Basado en la generación 991, aquel RSR de 2013 fue el último con el motor trasero de 6 cilindros ‘bóxer’ que, al año siguiente, conseguiría vencer en Silverstone y Shanghái, para dar el gran salto en 2015: cuatro victorias en GTE-Pro (Nürburgring, Austin, Shanghái y Baréin), además de anotarse los títulos de Marcas, Pilotos y Equipos.
En 2016, los dos coches oficiales solamente correrían en Le Mans… a la espera, en 2017, de la nueva joya de Weissach para la categoría GTE-Pro: también desarrollada a partir del 991 aunque, por primera vez, con el motor situado por delante del eje trasero; un nuevo concepto que despertó admiración entre los aficionados por su incomparable sonido, consiguiendo notable éxito a ambos lados del Atlántico.
Ese cambio en la distribución de masas, proporcionaría al equipo infinidad de nuevos conocimientos, especialmente en el uso de los neumáticos; así que, la de 2017 se convertiría en una temporada de desarrollo con, eso además, un rápido proceso de aprendizaje.
Coincidiendo con el septuagésimo aniversario de Porsche, los dos 911 RSR mostraron diseños históricos: el nº 91, decorado con los legendarios colores de Rothmans dominó la calificación (Gianmaria Bruni firmaba el récord de GTE en Le Mans, con 3:47,504 minutos por vuelta) y el coche nº 92, con la famosa decoración del cerdito ‘Pink Pig’, dominaba la carrera: «El 911 es, y sigue siendo, el mejor deportivo del mundo; no hay nada mejor para celebrar el 70º aniversario que un triunfo en categoría GTE-Pro y GTE-Am», afirmaría Michael Steiner, responsable de I+D de Porsche, como broche de aquella carrera.
Mientras el 911 de la generación 2017 se aseguraba el título Mundial de Resistencia GTE-Pro en las temporadas 2018 y 2019… se preparaba la sucesión: el RSR-19, impulsado por el mayor ‘bóxer’ jamás instalado en un ‘nueveonce’ de carreras, cuyo debut (2019) en el mágico trazado de La Sarthe… no pudo ser más productivo: frente a 17 competidores de seis diferentes marcas, los coches nº 91 y nº 93 firmarían el segundo y tercer escalón del podio en GTE-Pro; podio que también se lograría en 2021 para, en el actual 2022 firmar el tan esperado éxito en las ’24 Heures’; lástima que la intención de revalidar títulos mundiales en la última temporada de participación, se quedase ‘a esto’ de lograr el objetivo en la prueba de Baréin, que cerró el certamen.
Lo que tampoco empaña, ni un ápice, la triunfal trayectoria de nuestro protagonista: el 911 RSR seguirá compitiendo en el Mundial de Resistencia en modo «competición-cliente» (filosofía profusamente cultivada por la marca), con equipos inscritos en la categoría de pilotos ‘amateur’ GTE-Am esta próxima temporada 2023.
Ahora, con el debutante 963, «Porsche Penske Motorsport» viene decidido a luchar por la victoria absoluta en los dos certámenes de Resistencia más importantes del mundo: un par de prototipos híbridos correrán el Campeonato del Mundo de Resistencia FIA (WEC) y otros dos en el Campeonato Norteamericano IMSA (Weather Tech SportsCar).