Maserati Grecale GT. Elegancia... trufada en deportividad
El ‘viento fuerte y fresco del Mediterráneo’, lo traslada el ‘Tridente’ a los 300 CV de la segunda propuesta SUV, tras el Levante —a vientos va la mano— del fabricante transalpino.
Esta versión de acceso a la gama Grecale, el GT, se ofrece en acabados Modena (330 CV) y Trofeo (530 CV).
Con 4,85 metros de largo, su poderoso frontal acaba por convertirse en una de sus principales señas de identidad, como las branquias laterales y las pinzas de freno Brembo en un llamativo color amarillo.
Esta versión de acceso GT, adopta un motor tetracilíndrico turbo, con inyección directa de gasolina, de 2.0 litros y 300 CV (45,7 metros/kilo de par), con sistema ‘MildHybrid (48 voltios) unido a un cambio automático (convertidor de par) de 8 velocidades y a la tracción a las cuatro ruedas.
«Longevidad visual», así define Maserati su estilo de marca, haciendo que todos y cada uno de sus modelos resulte perfectamente reconocible como ‘Tridente’; filosofía que se traslada a un interior, limpio y moderno, donde prima la funcionalidad: ausencia de mandos físicos (salvo el selector del cambio y los del volante multifunción) y cuatro pantallas, concepto que se traduce en un primer grupo clásico, un nuevo panel central (12,3 pulgadas), un panel de confort más pequeño (8,8 pulgadas) con controles adicionales y el nuevo reloj digital.
También la presentación general del habitáculo hace gala de una impecable presentación, salpimentada con acabados artesanales, además de unos magníficos ‘butacones’ delanteros controlados eléctricamente —ventilados y calefactados—; una amplitud que se traslada a la zona trasera, cuyas puertas gozan de doble apertura —electrónica y mecánica— desde el interior. La capacidad del maletero se cifra en 535 litros.
Merced al sistema ‘Drive Mode’, el conductor dispone de de tres modos de conducción: Confort, GT y Sport; este último, como fácilmente puede suponerse, cambia radicalmente la sonoridad del motor, como los parámetros de la dirección, el cambio de marchas, la firmeza de la suspensión y el propio motor, convirtiendo el coche en un auténtico deportivo de altas prestaciones.
En la práctica, las levas del volante permiten subir o bajar las velocidades secuencialmente, a la vez que aparecen señales visuales de distintos colores para optimizar los cambios de relación en cada momento.
La tracción total a las cuatro ruedas, se convierte también en un excelente aliado dinámico para ‘mover’ con soltura, y seguridad en la neutralización de las inercias, los casi 1.900 kilos de ‘romana’, que acaba traduciéndose en 9,0 litros de consumo medio por cada centenar de kilómetros.
El Maserati Grecale, cuya tarifa se cifra en 81.050 euros, tiene que vérselas con enemigos tan correosos en el segmetno de militancia como el BMW X4 M40i (360 CV), el Jaguar F-Pace 400e (404 CV) o el Porsche Macan Turbo (265 CV).