Audi Activesphere. Coupé de lujo… transformado en pick-up
Prototipo crossover de propulsión eléctrica y tracción Quattro
JAVIER F. ZARDÓN
Cuarto… en concordia. Tras el Skysphere Roadster (2021), y los Grandsphere Sedán y Urbansphere Concept (2022), este nuevo prototipo de la familia Activesphere se presenta ‘en modo’ coupé crossover (puertas de apertura opuesta), con carrocería de cuatro huecos singularmente versátil: 4,98 metros de largo, generosa altura libre al suelo y llantas de 22 pulgadas, unos mimbres que anticipan su capacidad todoterreno.
Por si faltaba algo… su zaga tipo Sportback puede convertirse fácil y rápidamente, con sólo pulsar un botón, en un espacio de carga abierto; solución ideal para transportar equipamiento recreativo (bicicletas, equipos para deportes acuáticos o de invierno).
Así, aunando conceptos opuestos en una perfecta síntesis, el Activesphere Concept traspasa fronteras con un sistema de propulsión eléctrica que anuncia 600 kilómetros de autonomía y una suspensión que lo hacen igualmente efectivo en el asfalto como fuera de él.
Con una elegante carrocería coupé, el prototipo hace gala de unas proporciones tan clásicas como su línea estética (sin aristas y con superficies cóncavas y convexas) que, en sólo unos segundos, puede convertirse en pick-up; una estética en la que tampoco falta la inexcusable parrilla frontal ‘Singleframe’ que, diseñada como un acristalamiento transparente, ofrece a los ocupantes una limpia visión de la carretera. El gran portón trasero curvado, cuenta con un amplio acristalamiento que, junto con el techo transparente, propicia abundante luminosidad al habitáculo.
Su variable altura libre al suelo —herencia Audi Allroad—, ideal para rodar fuera del asfalto, puede aumentarse en 40 milímetros respecto a los básicos 208 milímetros, o reducirse en la misma cantidad cuando se circula por carretera; el ángulo de ataque es de 18,9 grados y de 28,1 grados el de salida.
Funcional y minimalista en su interior: con el término «sphere», común en la denominación a los demás prototipos de la saga, se prima la confortabilidad sobre la potencia o la aceleración del coche —¿reniega Audi de sus fuentes?—; una reevaluación que ha cambiado el proceso de diseño: la atención se dirige al interior y, sólo entonces, se diseña todo el conjunto y sus proporciones, también las líneas exteriores, optimizando la resistencia aerodinámica. Los cuatro asientos individuales están ‘suspendidos’, tal cual una prolongación de la elevada consola central, a medio camino entre el asiento de un automóvil y la elegancia del sillón de un salón, y cuando se circula en modo de conducción autónoma, el salpicadero, el volante y los pedales… desaparecen, —¿reinventamos el tren?—; imparable, la tecnología.
Funcionalidad minimalista… maestría en la metamorfosis.