Ferrari Roma Spider. Dolce Vita…
El Spider 2+ de ‘Il Cavallino’ adopta un elegante techo ‘a medida’
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Arranca… una nueva historia. Maranello reinterpreta el estilo de los años 50 y 60; además de continuar con el exitoso concepto V8 2+, de su homólogo Roma, este nuevo Spider con techo de lona desmontable, sigue la estela —mantiene viva la llama— de la solución que, 54 años atrás, ya adoptaba un glorioso ancestro: 365 GTS4 de 1969… culto —por regreso— al motor central delantero en los catálogos de ‘Il Cavallino Rampante’.
La moderna interpretación de la capota, confiere al novedoso Roma Spider un marcado carácter merced a las numerosas posibilidades de personalización: refinados tejidos y la posibilidad de seleccionar costuras de contraste. En el capítulo de prestaciones, destacan el breve tiempo de apertura/cierra (13,5 segundos), con posibilidad de hacerlo en marca (hasta 60 por hora); también su reducido tamaño aumenta la capacidad del maletero y, por tanto, la versatilidad del coche; como el también nuevo ‘deflector de viento móvil’ que, integrado en el respaldo de la banqueta trasera, se abre a voluntad solamente pulsando un botón ubicado en el túnel central: más confort a bordo sin aumentar el tamaño del coche, gracias a un ligero —y resistente— mecanismo con movimiento en «Z».
El techo del nuevo Roma Spider, se convierte en toda una obra de ingeniería: retráctil, de tela y con cinco capas. Su aislamiento acústico es equiparable al de un techo duro. Se repliega en 13,5 segundos y hasta 60 por hora de velocidad
Para rediseñar el techo, singularmente inclinado en la zaga, fue necesario replantear la geometría de la luneta, que se integra en la propia estructura de la capota, alojándose junto a ella dentro de la ‘cubierta tonneau’ en configuración de techo abierto; con la capota recogida, el alerón activo se conecta óptimamente a la geometría del techo y los reposacabezas.
Frente a la típica lona comúnmente utilizada en la mayoría de descapotables, el Ferrari Roma Spider adopta un nuevo —y refinado— tejido especial de sastrería. Puede elegirse un acabado bicolor entre una paleta de cuatro tonalidades, cuya trama se configura como ‘un traje a medida’.
En lo estético, el alargado capó delantero acentúa la aerodinámica silueta de la carrocería, fuertemente personalizada por los ‘sinuosos’ guardabarros; mientras el poderoso frontal, exhibe la sobriedad de un monolito tallado en macizo, con un voladizo semejante a la nariz de tiburón. La simétrica estructura interior —‘doble cabina’—, guarda profundos vínculos con los Ferrari de los años setenta, filosofía que se extiende a todo el envolvente habitáculo.
Salpimentado, todo ello, con el V8 Biturbo (a 90º) de 3.855 centímetros cúbicos y 620 CV (161 CV/litro), unido al cambio F1 de doble embrague y 8 velocidades herencia SF90 Stradale: 3,4 segundos en el ‘sprint’ de cero a cien (9,7 de 0 a 200) y 320 por hora de punta.
Roma Spider… Dolce Vita.