Clase E... una larga historia
Desde 1946, Mercedes-Benz ha producido más de 16 millones de modelos de gama media-alta que, en 1993, comenzó a llamarse Clase E. Una tradición, la de la Clase E, que se remonta a los mismos inicios de la marca: a principios del siglo XX, las empresas predecesoras de Mercedes-Benz ya sacaban al mercado este tipo de modelos.
Tras la II Guerra Mundial, en el entonces nuevo arranque de la compañía, con el Tipo 170V (W 136), originalmente lanzado en 1936, vuelve también la producción de las berlinas para, en 1947, llegar el primer Mercedes de posguerra. En 1953 sale al mercado el 180 (W 120), con carrocería autoportante y forma de ‘pontón’ que, por configuración y aplicaciones técnicas, comenzará a definir los grandes stándares de la fabricante (diseño de tres cajas y aletas integradas); al que seguirán, en 1961, las versiones de 4 cilindros de la serie W 110… el célebre ‘colas’, por las rectangulares aletas que remataban su zaga.
En 1968, la clase media-alta de la serie W 114/15 —‘dash eight’— significó el siguiente gran paso, mientras el sucesor 123 de 1976… volvería a reeditar los éxitos.
Entre 1984 y 1995, la serie 124 llevaría por primera vez la denominación de Clase E: ‘rostro’ de cuatro faros e innovadora tecnología definirían a la serie 120, presentada en 1995.
A comienzos de 2002, saldría al mercado la Clase E de la serie 211, y las series 212 (Berlina y familiar Estate); en 2009, nacerían los Coupé y Cabriolet de la serie 207. La serie 213 debutaría en 2016 y, un año después, el primer All-Terrain, además de los Coupé y Cabriolet de la serie 238.