Audi Q8. Expresividad… estilística
JAVIER FERNÁNDEZ
Diseño… expresivo. Todo el catálogo del renovado Q8 equipa de serie el paquete deportivo ‘S Line’ con, entre otros elementos, llantas de 21 pulgada; sólo es una parte de la remodelación estilística, también nuestro protagonista adopta nuevos faldones delantero y trasero y, por primera vez, el Q8 ‘luce’ faros HD Matrix LED con iluminación láser. Innovadores faros que también cuentan con luces diurnas digitales, que permiten seleccionar diferentes firmas lumínicas.
La nueva propuesta Q8 realza —más si cabe— su arquitectura SUV en modo coupé deportivo: amplias superficies y nítidos volúmenes de la carrocería que acaban ‘dibujando’ una imagen más dinámica, acentuada por sus recortados voladizos y la generosa batalla.
La inconfundible parrilla octogonal ‘Singleframe’, que se presenta ahora con un diseño en ‘L’, confirmando así su condición de modelo alto de gama. Las nuevas, y prominentes, tomas de aire se integran en la propia arquitectura del coche.
Sistemáticamente, Audi ha reducido los elementos decorativos hasta lograr un diseño más puro; así, para distinguir al primer golpe de vista el paquete exterior ‘S Line’ del modelo ‘S’, el protector inferior de la carrocería, el embellecedor de las puertas y el difusor del modelo básico viene acabados en una tonalidad de contraste, enfatizando el robusto aspecto todoterreno.
El atractivo diseño de las salidas de escape, común a todas las versiones de la nueva gama, se alinea aún más con el SQ8 TFSI, como el paquete exterior ‘SLine’, también destacable por sus tomas de aire laterales especialmente acentuadas en el paragolpes delantero.
La zona frontal Singleframe hace hincapié en una combinación independiente de tonalidades, a la vez que el opcional paquete Óptica Negro Plus añade llamativos detalles encuadrando la parrilla; también alrededor de los embellecedores de las ventanillas laterales y ambos paragolpes. Además, el contorno del Singleframe viene acabado en negro de alto brillo, mientras los innovadores faros de LED y luz láser, como las luces diurnas digitales del borde horizontal superior, acaban por conferir el SUV una marcada ‘expresión lumínica’.
En la zaga, una tira de luces LED junto con una moldura en negro brillante y los ‘Cuatro Aros’, une los pilotos traseros digitales en toda la anchura de la carrocería.
La actualización interior se centra en unas nuevas costuras grises para el tapizado de los asientos de inspiración marcadamente deportiva y, para acentuar el carácter del Q8, el fabricante propone una paleta con tres nuevos colores: Oro Sakhir, Azul Ascari y Rojo Chili, todos ellos metalizados. Además, puede elegirse entre cuatro diseños de llantas, con tamaños entre 21 y 23 pulgadas.
El abanico motorístico permanece invariable sin, de momento, híbridos enchufables ni versión deportiva RS Q8. El escalón de acceso viene dado por el tetracilíndrico turbodiesel de inyección directa 45 TDI quattro de 3.0 litros y 231 CV (50,7 metros/kilo de par), que acelera de cero a cien en 7,1 segundos y alcanza una punta de 226 por hora. A este motor le sigue el 50 TDI quattro, una versión más potente con 286 CV (60,7 metros/kilo de par), que emplea 6,1 segundos para acelerar de cero a cien y marca una punta de 241 por hora.
La elección de gasolina turboalimentada e inyección directa es el 6 cilindros Q8 55 TFSI, que rinde 340 CV (50,7 metros/kilo de par) capaz de ‘sprintar’ de cero a cien en 5,6 y alcanzar una autolimitada punta de 250 por hora.
Todas las motorizaciones se asocian al cambio Tiptronic de 8 velocidades, también a la tracción integral permanente y al sistema de hibridación ligera (48 voltios) MHEV que les permite lucir la etiqueta Eco. En deceleración, el sistema alimenta la batería de iones de litio; entre 55 y 10 por hora, cuando se levante el pie del acelerador, el coche puede circular por inercia (motor apagado) hasta 40 segundos. Después de frenar, el BAS vuelve a arrancar el motor rápida y cómodamente; también puede activarse el ‘start-stop’ a partir de 22 por hora de velocidad.
Y la joya de la corona… el rotundo sonido –musicalidad— del gasolina V8 TFSI de 4.0 litros y 507 CV (78,0 metros/kilo de par), que se conforma con solamente 4,1 segundos en aceleración de cero a cien con, eso además, una autolimitada punta de 250 por hora, merced a la inestimable colaboración del cambio Tiptronic de 8 relaciones y a la tracción total permanente.
Y no sólo, porque en esta drástica versión SQ8… hay más cosas: impresionante —y rediseñado— ‘spoiler’ frontal, además de un protector delantero de bajos ‘muy’ deportivo y un llamativo difusor zaguero.
La parrilla Singleframe destaca por sus inserciones verticales en ‘L’, decorada en una deportiva combinación de colores; mientras las sobredimensionadas tomas de aire presentan rejillas en forma de panal en toda su superficie.
También aquí Audi opta por una acabado en aluminio para las carcasas de los retrovisores exteriores, por las inserciones del Sibgleframe y los marcos de las tomas de aire laterales. Idéntico esquema de color que también se utiliza para la inserción en el faldón lateral; incluso pueden solictarse los paquetes ópticos Negro y Negro Plus.
Más curiosidades en el SQ8 TFSI: a velocidades bajas o medias, la desconexión selectiva de cilindros desactiva el 2, 3, 5 y 8 cuando se circula en marchas largas (se desconecta la inyección y el encendido cerrando las válvulas de admisión y escape), proceso de dura escasamente unos milisegundos y qua pasa prácticamente desapercibido para el conductor.
En modo 4 cilindros, los puntos de funcionamiento de los cilindros activos se desplazan a una carga superior, aumentando la eficacia térmica del propulsor. Cuando el conductor pisa el acelerador, se reactivan inmediatamente los cilindros desactivados; además, para conseguir la sonoridad deportiva del motor, una mariposa en cada tubo de escape modula el sonido en función de la carga y el régimen de giro del motor.
En el capítulo dinámico, la opcional suspensión ‘advanced’, y la suspensión neumática adaptativa que se ofrece de serie, se complementa con un diferencial deportivo y con el sistema de dirección a las cuatro ruedas: las traseras giran hasta 5 grados en sentido contrario a las delanteras, lo que se traduce en una reducción de hasta un metro en el radio de giro, aumentando sustancialmente la manejabilidad y practicidad del coche; a velocidades altas, las ruedas traseras giran en el mismo sentido que las delanteras.
El SQ8 TFSI monta de origen llantas de 22 pulgadas ( neumáticos 285/40) y, como alternativa, Audi Sport propone diferentes diseños de llantas de 22 y 23 pulgadas; oferta que incluye llantas de 23 pulgadas con neumáticos 285/35, así como unas nuevas llantas de 23 pulgadas específicamente diseñadas para este modelo.
Las pinzas de freno negras, que opcionalmente pueden solicitarse en rojo, lucen el logotipo ‘S’ en el eje delantero.
Los precios de la nueva gama Q8 arrancan en 98.495 euros para la versión 45 TDI; 101.995 para el 50 TDI y 102.995 euros en el caso del gasolina 55 TFSI, incluyendo siempre el paquete ‘S’. Con un sobreprecio opcional de 2.800 euros, puede adquirirse el acabado ‘Black Line’, que suma llantas Audi Sport (22 pulgadas), cristales oscurecidos, carcasas de los retrovisores en negro, barras longitudinales de techo negras, como también en negro la máscara Singleframe, paquete de óptica negro plus y el sistema de escape negro.
La tarifa del SQ8 TFSI arranca en 131.995 euros, versión que en el mercado español equipa un cumplido equipamiento de serie: navegador de última tecnología, cámara trasera, virtual cockpit plus, asientos delanteros deportivos eléctricos con memoria en el del conductor, retrovisores eléctricos antideslumbrantes con memoria, llave con desbloqueo del maletero controlado por sensor, suspensión neumática adaptativa, tapicería combinada microfibra/cuero, airbags laterales traseros y diversos sistemas de seguridad.
Opcionalmente se ofrecen dos paquetes: Confort (4.900 euros) y Premium (8.500 euros) que añade, entre otros elementos, un avanzado sistema de control de la presión de los neumáticos, techo panorámico acristalado y climatizador automático de cuatro zonas.