Seat Toledo Maratón. ‘Memorias de África’…
‘Mochilero’ de lujo. Siguiendo las ‘Toledanas’ huellas, el Ateca hereda, por vía directa… el apellido Marathon. st
JAVIER FERNÁNDEZ
Setecientos… ‘rotos’ kilómetros. Dunas, ríos secos —incluso caudalosos—, agujeros, baches… trampas varias. Un terreno imposible, un infierno para un SUV convencional… no para un Ateca —apellidado Marathon—, ‘mochilero’ del Toledo Marathon participante —ganador— en el exigente —muy exigente— RallyeClassics África, con Toni Rius y Pablo Huete a los mandos.
De la Nave A-122… a Marruecos. Este rallye-raid de regularidad con navegación para vehículos 4x4 clásicos (disputado el pasado septiembre) se ha convertido en una suerte de ‘sueño cumplido’ para el Toledo Marathon, inicialmente concebido para un Dakar… que finalmente no podría correrlo en su momento.
Para Isidre López, guardián de las esencias —¡y cómo!—, de los ‘secretos’ de la Nave A-122, este ha sido «uno de los tres proyectos ‘top’ que hemos afrontado en Seat Históricos», siguiendo las huellas —nunca mejor dicho— del Rallye Montecarlo Historique 2017, con la réplica del ‘taxi’ 124-1800 Grupo 4 y, eso también, del Récord Guinness logrado, ese mismo año 2017, por la mayor concentración de Seat 600 de la historia.
A finales de los 80, Seat abordaba un ambicioso proyecto: competir en el Dakar… con el espectacular Toledo Marathon, desarrollado por los ingenieros de Seat Sport, división fundada a finales de 1985, cuyo primer prototipo de carreras fue el Ibiza Bimotor 4x4 para el Campeonato de España de Rallyes de Tierra. La segunda apuesta, también para el Nacional de Tierra, sería el Marbella Proto de dos ruedas motrices;; a renglón seguido… se decidía pasar a los raids: el Salón del Automóvil de Barcelona 1989, recibiría la maqueta —a bombo y platillo— la maqueta… de un Ibiza Marathon.
Finalmente, se elegiría el Toledo, presentado en 1991 y el modelo que abrochó la producción en la Zona Franca. En realidad, ‘la aventura’, capitaneada por el joven ingeniero Vicente Aguilera —¡que tiempos!— responsable a su vez del Centro Técnico de Martorell, y ‘auxiliado en las bandas’ por Gaby Cortés, había arrancado en 1989, participando en el Campeonato de España de Rallyes Todoterreno con, eso sí, otros modelos del Grupo VW… aunque ‘tocados’ por Seat Sport.
El definitivo proyecto Toledo Marathon despuntaba en octubre de 1990, desarrollándolo según las especificaciones (prototipo todoterreno) internacionales de Grupo T3: estructura multitubular, carrocería de materiales compuestos, motor central de 300 CV y tracción a las cuatro ruedas, aderezada con un diferencial central bloqueable y sendos autoblocantes en ambos ejes..
Eso, por no hablar —que hablamos— de la optimización de las suspensiones, especialmente importantes en este tipo de carreras: dobles triángulos, innovadora solución para la época, que el Toledo Marathon sustanciaba en una treintena de centímetros de recorrido compresión/extensión; sin obviar, por aquello de la repercusión comercial, el ‘parecido razonable’ del coche de carreras con el de calle.
Con José María Seviá al volante —el hermano de Salva, ya saben—, y ‘viejo’ conocido de la casa con el Ibiza Bimotor, en 1992 se llevaría a cabo el desarrollo definitivo del Toledo Marathon (incluso se construyó una pista de pruebas ‘particular’ en el Centro Técnico de Martorell) para, finalmente, a mediados de mayo de 1993, pisar la ‘alfombra roja’ del Salón de Barcelona. Mes y medio más tarde, tras haber cubierto 5.000 kilómetros de ensayos, ‘El Toledazo’ debutaba en la Baja Portugal (Copa del Mundo FIA), con el pequeño de los Serviá copilotado por Enrique Oller.
Siguiente estación… la Baja Aragón, donde Cyril Neveu pilotaría una segunda unidad del Toledo Marathon.
En el Raid de Grecia… se confirmaron las expectativas: JoseMari Serviá encabezaba el doblete de los Toledo Marathon, secundado por Antonio Rius y Manuel Casanova… firmando el primer triunfo internacional en la historia de Seat.
En 1994, ‘Los Marathonianos’ disputarían tres rallyes todoterreno, ‘pisando’ podio en los tres: Erwin Weber / Manfred Hiemer terminarían segundos en la Baja Portugal y terceros en la Baja Aragón, donde Serviá firmaría el cuarto puesto; para redondear, el piloto gerundense, terminó segundo en el Raid de Grecia; aquel mes de diciembre… abrocharía las participaciones del Toledo Marathon.
Es verdad que, con vistas a la temporada de 1995, estaba previsto correr el Dakar… pero se arrinconó el proyecto, para saltar —Seat Sport— al Mundial de Rallyes; el Ibiza GTI Grupo A, tomaba el relevo anotándose la tercera plaza en el Campeonato del Mundo de Marcas en la categoría 2.0 litros. Sería el preámbulo del primer triple título mundial para Seat, conquistado por el Ibiza Kit Car —siempre 2.0 litros—, en las citas mundialistas de 1996, 1997 y 1998. Pero esa… es otra historia.