Dacia Duster, vuelve el 4x4 de «bajo coste»
Inspirado en el Nissan Qashqai, bajo los auspicios de Renault
Cinco plazas en menos de cuatro metros y medio. Si el pionero Logan representó el puro y duro bajo coste y el Sandero aportó un punto de ilustración a las propuestas de Dacia, el Duster, inspirado por Nissan y avalado por Renault, parece querer recuperar aquel espíritu práctico, sin concesiones superfluas, que puso de moda el célebre Niva a principios de los años 90.
El caso es que nos encontramos -”lo haremos en primavera-” con un todocamino que rompe moldes en cuanto a personalidad -”que la tiene-” y, sobre todo, a desembolso inicial y también -”se supone-” a contención de mantenimiento. Parece claro que, en la «órbita» del rombo, el fabricante rumano sigue dispuesto a seguir sacando las castañas del fuego comercial a su patrón .
Para nadie es un secreto que, en el actual contexto económico, son precisamente los segmentos inferiores los que están llevando el peso de la recuperación. Para muestra, el botón europeo: del 30 al 45% desde 1990. ¿Las claves? Una oferta simplificada -”también la practica hoy Renault en sus gamas-”, montar exclusivamente lo «esencial» y, desde luego, unas tarifas tan ajustadas como sea posible.
Así las cosas, se «nos» ocurre otra pregunta: ¿Para cuando un eléctrico «bajo coste»? Ahí queda eso-¦
De vuelta a la realidad, los 4,31 metros del Duster -”prácticamente igual que un Qashqai-”, con sus cinco plazas, anuncia 475 litros de maletero (75 más que el Nissan) que pueden ampliarse hasta 1.600 si se abate la banqueta trasera. Todo ello aderezado con la posibilidad de elegir entre tracción delantera o total 4x4; presente aquí también la filosofía Nissan, habida cuenta que el sistema puede actuar en tres modos: «Auto», con reparto automático del par de fuerza entre ambos ejes (en condiciones normales, tracción delantera); «Lock», para condiciones extremas de adherencia (arena, nieve, barro-¦) el conductor puede bloquear electrónicamente la transmisión (50/50 en ambos ejes) y «4x2», exclusivamente tracción delantera para reducir el consumo. Funciones, todas ellas, gestionadas por un acoplador electromagnético firmado por Nissan (ya saben, el célebre sistema X-Trail).
Con una altura libre al suelo de 20 centímetros, y un ángulo de ataque de 30º y superior a los 35º el de salida, el Duster parece «dispuesto» a superar sin complejos una utilización campera-¦ y algo más, por mucho que su romana (1.330 kilos la versión 4x4) pueda suponer algún handicap . La versión 4x2 pesa 1.200 kilos.
Diésel y gasolina
El Duster saldrá inicialmente con tres motores, un gasolina y dos gasóleos. En el primer caso, se monta el 1.6 litros de 110 CV y en el segundo, el 1.5 dCi en versiones de 85 y 105 CV. Todo apunta que será el gasóleo menos potente (85 CV) y con tracción delantera el que cueste 14.000 euros, un precio auténticamente imbatible, que podrá en serios aprietos a la competencia. Además, se anuncian 140 g/km de CO2 para este «85» en tracción delantera y escasamente 150 g/km -”quizá algo menos-” para el 4x4.
El equipamiento, sin lujos superfluos -”ya se ha dicho-” y basado en la robustez y la fiabilidad, ofrece ABS con repartidor electrónico EBV y asistencia a la frenada de emergencia (SAFE); doble airbag delantero (conductor y acompañante), también -”según versiones-” laterales cabeza/tórax y cinturones de seguridad de tres puntos con limitador de esfuerzo. Y lo mejor: garantía de 3 años o 100.000 kilómetros, lo que ya da una idea de la confianza que tiene Dacia en su Duster que, según el fabricante rumano, está perfectamente preparado para soportar «trabajo duro» y «utilización exigente».
Para que nada falte en la inexcusable estética todocamino -¦ poderoso frontal, prominentes pasos de rueda, protecciones en los bajos de caja y barras de techo.
Por cierto, para los amantes de las curiosidades «históricas»: hace 24 años Dacia ya vendía (un clon del Aro 10) «otro» Duster 4x4 en el mercado británico. Aquel primer Duster (cuadradote y feo a dolor ) nacía de la colaboración entre Aro y Dacia que, a su vez, ya firmaba entonces unos incipientes acuerdos con Renault (en 1989 el fabricante rumano montaba motores del rombo). Ya ven, sólo hay que hurgar -¦ en las hemerotecas.