Yakarta idea un manifestódromo diseñado para 10.000 personas
La explosiva combinación de protestas callejeras diarias y atascos crónicos ha llevado al Gobierno de Yakarta a planear la construcción de un «manifestódromo» con capacidad para unas 10.000 personas para este año.
Este novedoso proyecto quiere poner fin al caos circulatorio que ha atascado en los últimos meses la ciudad, de unos 14 millones de habitantes, cuando a los habituales problemas de tráfico se ha sumado una espiral de manifestaciones fruto de la inestabilidad política. «El parque para las manifestaciones estará listo este mismo año.
Aún no sabemos en qué mes. Tendrá verjas, fuentes y estatuas», aseguró Muhayat, secretario de la oficina del Gobernador de Yakarta. El espacio contará asimismo con un escenario en un lateral, donde los ciudadanos podrán subir a «airear sus protestas» libremente, pero «sin perturbar el orden público» y el ya de por sí tortuoso tráfico rodado, añadió Muhayat.
La decisión de su construcción llega tras cuatro meses de disputas partidistas subidas de tono y del destape de varios escándalos de corrupción, que han elevado muchos enteros la temperatura del debate político nacional.
En este contexto, miles de indonesios han salido a las calles para protestar, ya sea por convicción personal o por los discretos incentivos económicos que distribuyen algunos grupos de presión entre los ciudadanos más humildes para hacer visibles sus ideas en las calles.
En las últimas semanas, se ha convertido en algo habitual que la Policía metropolitana advierta a diario de la convocatoria de entre cuatro y ocho demostraciones por las principales avenidas de la urbe y frente a algunos edificios públicos. Las recurrentes protestas son la gota que ha colmado un vaso lleno gracias a la absoluta indiferencia de los indonesios por el código circulatorio, el exponencial uso de vehículos y las deficiencias del la red viaria y el transporte público. Los atascos se han convertido en uno de los mayores dolores de cabeza en Yakarta, que podría llegar al «colapso total» en el 2014, si el Gobierno no toma medidas «efectivas y radicales».