Reino Unido, país de vinos

enóloga

No ofendemos a nadie si decimos que la gastronomía tradicional británica no se encuentra entre las más variadas y exquisitas del mundo; con excepción del queso Stilton. Pero parece que a ellos no les importa, ni tan siquiera les molesta el comentario. Suplen estas carencias con una envidiable falta de complejos.

Uno va a cualquier parte de la isla y encuentra fantásticos restaurantes de todas las nacionalidades; hasta en lo más profundo de Reino Unido nos sorprenderán con un restaurante indio o un chino de calidad impecables. Y, cuidado, que los restaurantes chinos ingleses no son como los de aquí... Lo mismo pasa en los supermercados: ingredientes y aderezos de cualquier parte del mundo se mezclan con el tradicional queso cheddar, las galletas de mantequilla y el roast-beef.

En todo esto, subyace una gran virtud de los ingleses que es su increíble afición a la asimilación y la nacionalización. No necesitan ser los primeros en algo para llegar a convertirse en los mejores y en los que más lo disfruten. Lo adoptan y lo adaptan y desde ese momento, lo utilizan.

Este mismo esquema se repite con los vinos. No pensemos que los ingleses sólo beben vino francés, puesto que es lo que les queda más cerca. Los vinos chilenos, australianos, sudafricanos, españoles... se encuentran en cualquier parte del país.

Son grandes entendidos en vinos del mundo y variedades conociendo más regiones vinícolas que muchos de nosotros. Vayan a cualquier tienda pequeña de cualquier barrio, a los supermercados más conocidos o a las boutiques de vino más selectas, todos tiene variedad y calidad. Esta es la gran ventaja de su falta de complejos. Pero además, consiguen unos precios fantásticos. Tenemos tendencia a creer que la relación calidad precio de nuestros vinos es buena, y en cierto modo, es verdad; pero si quieren algo excepcional vayan a cualquier tienda inglesa. Llevan muchos años siendo grandes compradores y eso hace que valoren muy bien en que se gastan su dinero.

Números

Pero además de ser un gran mercado, no olvidemos que son casi 60 millones de habitantes, también son ávidos consumidores de vino. Desde luego más que aquí: la estadística del 2009 dice que el consumo per cápita de vino en Reino Unido es mayor que en España. Suena increíble pero es así. El consumo por habitante y año de vino en España ha caído este 2009 por debajo de los 20 litros. Los ingleses consumen de media 27 litros de vino.

Con todo, demuestran los ingleses un respeto por el vino que se ha perdido en muchos países productores, entre los que incluimos el nuestro. Y para muestra un botón. Con el cambio climático, hay quien se ha puesto a plantar viñas en el sur del Reino Unido. Como pintan las cosas con un poco de tecnología nos les será difícil; pero más allá de las cuestiones sobre si el resultado será bebible o no, cabe destacar la pasión que les lleva a intentar cultivar la viña y elaborar un vino. Es encomiable que alguien siquiera lo intente en un clima y un suelo desconocidos para esta planta.