Eléctrico & deportivo

Fascinante. Seat aborda la futura -”cada día más próxima- era de la electro-” movilidad con la incorporación de las últimas tecnologías en materia de propulsión eléctrica, aspecto que hasta ahora no había «tocado» el fabricante, con una sugestiva propuesta en clave de deportivo clásico: corto, plano y ancho; con un frontal extremadamente bajo y una zona ancha de cintura que, sin embargo, interpreta estos recursos estilísticos de una forma innovadora -”se diría inédita-” para un modelo compacto.

Así, el prototipo IBE ofrece una prometedora mirada a la evolución del diseño en Seat, aglutinando todo un conjunto de características que ya se han hecho «imprescindibles» en la tradición productiva de la marca: vehículo joven y atrevido. Con, además, la propulsión eléctrica por bandera en una suerte de hilo conductor a las actuales versiones Ecomotive y con la clara intención de liderar, merced al proyecto «Cenit Verde», el liderazgo industrial que pretende desarrollar en España la llamada electro-movilidad. «Uno de los retos más ambiciosos jamás aceptados en este país», según Frank Bekemeier, vicepresidente de I+D en Seat.

Veinticinco centímetros más corto de un Ibiza (lo de IBE-¦ ya muestra su «ADN»), el prototipo en cuestión mide 3,78 metros de largo, mientras su inusual anchura (1,80 metros) y su reducida altura (1,22 metros) le otorgan las proporciones clásicas de un deportivo. Clásica y deportiva se muestra también la carrocería de éste dos puertas 2+2: capó extremadamente plano y un techo que se extiende hasta la parte posterior.

El corto voladizo delantero y la poderosa zaga -”tipo cola cortada -” realzan, junto con las ruedas de 19 pulgadas, su imagen compacta.

Tanto el frontal como la zaga están dominados por unos sugestivos grupos ópticos con tecnología LED que, en combinación con el capó, presentan la típica «V» identificativa del ya conocido estilismo «Arrow Desing» de Seat. Otro detalle: el logotipo del fabricante -”«S»-” está retroiluminado en color verde, símbolo del compromiso ecológico.

Si las ruedas de 19 pulgadas poderosamente la atención, no lo hacen menos las contenidas medidas de los neumáticos, singularmente estrechos para reducir la resistencia a la rodadura lo que, junto con los reducidos 1.000 kilos de romana , contribuye a la eficacia medioambiental en términos de consumo y emisiones.

En el capítulo de propulsión, el motor eléctrico proporciona una potencia máxima de 102 CV, 68 de ellos en régimen sostenido, mientras el par máximo se sitúa en 20,4 metros/kilo.

Sus cartas de presentación no pueden ser más sugestivas: 3,4 segundos en aceleración de cero a cincuenta -”muy interesante en ciudad-” y 9,4 segundos para acelerar de cero a cien. La capacidad de la batería de ion-litio (18 kWh) permite una autonomía de 130 kilómetros, suficiente -”según el fabricante-” para cubrir las necesidades de movilidad diaria en una gran ciudad.

Por lo demás, el prototipo IBE está dotado de innovadores sistemas de seguridad y comunicación, como es el caso de la red «Car-to-X», que permite -”o permitirá-” intercambiar datos de retenciones en el tráfico y avisos de seguridad con otros vehículos y con hasta con la infraestructura vial.

En fin, que Seat parece firmemente dispuesta a no perder tren alguno de modernidad e investigación en nuevas tecnologías. ¿Veremos los trazos del IBE en el próximo León? Es muy posible-¦