La escogida senda de los pioneros
Uno de los aviones que sobrevolaron Madrid el día del «Desfile de la Victoria» estaba pilotado por Lisardo Pérez Meléndez. Era el último acto de una contienda que dejó devastada la nación entera, en lo material y en lo social. Punto cero, todo prácticamente por hacer. Pocos problemas laborales podía esperar un piloto avezado como Lisardo en un país necesitado de poner en marcha todas sus infraestructuras. En febrero de 1940, el aviador leonés se incorporó a las Líneas Aéreas Iberia comenzando un largo periplo como piloto civil de intensa actividad que se prolongaría hasta que cumplió los sesenta años y que está salpicado de vuelos pioneros en la historia de la navegación aérea española. Su primer viaje comercial lo realizó el 12 de abril de 1940 cubriendo el trayecto entre Madrid y Sevilla en el Douglas DC2 «Ramón Franco» con una duración de vuelo de 1 hora y 28 minutos. Su primer vuelo como comandante sería el de Madrid a Palma de Mallorca el 5 de enero de 1941 en un Junker 52 EC-AAK y tuvo una duración de 3 horas y 20 minutos.
En su historial personal están subrayados varios vuelos inaugurales. Es el caso de la línea Valencia-Palma, el 8 de marzo de 1946, en un Junker, o la apertura de nuevas líneas a Europa (Roma y Londres). Pero especial relevancia tuvo la inauguración de la línea entre Madrid y Buenos Aires en un DC4 EC-DAQ . Era el 11 de febrero de 1947 y en el viaje de ida el tiempo de vuelo sumó 33 horas y 5 minutos. Al recordar las escalas, se deduce que el viaje era todo menos aburrido: Madrid-Villa Cisneros-Natal-Montevideo-Buenos Aires. En el viaje de vuelta, con escalas en Montevideo, Natal y Las Palmas, se ganó un poco de tiempo: 32 horas 20 minutos. La tripulación de aquel vuelo histórico tenía como pilotos a Lisardo Pérez y José María Ansaldo, como mecánicos a Nicasio Bernal y Alejandro Aragón y como radiotelegrafistas a Segundo Hernández y Mariano Usera. Este último y el mecánico Nicasio Bernal formaron parte de la tripulación de Lisardo durante buena parte de su vida profesional en Iberia.
El 5 de mayo de 1945, Lisardo trasladó a León, desde Madrid, a un pasajero muy especial en el Junker EC-AA1: Manuel Rodríguez, Manolete. Faltaban poco más de dos años para que «Islero» acabara con la vida del irrepetible torero en la plaza de Linares dando paso a un mito cuyo brillo y leyenda aún no se han apagado. Manolete vino a León no a torear sino respondiendo a una invitación para visitar las obras de la plaza de toros y adquirió el compromiso de venir a inaugurarla pero su muerte le impidió cumplir este deseo.
Coincidiendo con la visita a España de Eva Duarte de Perón -“en junio de 1947- fue designado piloto oficial del avión que utilizó la popular «Evita» para los desplazamientos por la península: un DC-3 EC-ABC. El día 15, escoltado en el despegue por avionetas Buker del Ejército del Aire, realizó el vuelo Madrid-Granada y al día siguiente volaron a Sevilla para regresar a Madrid al día siguiente en el EC-DAL. Un año después, el 28 de junio de 1948, el piloto leonés inauguró el vuelo Madrid-Bata (Guinea Ecuatorial) con escalas en Aoulef y Niamey empleando un total de 18 horas y 35 minutos. Lisardo, el hijo del piloto, tiene recuerdos muy vivos de aquel acontecimiento: «La llegada a Bata fue recogida en un No-Do de la época que tuve la suerte, y la sorpresa, de ver estando interno en el colegio de El Escorial en la sesión dominical con la que nos obsequiaban los agustinos. Ese domingo no tuve visita familiar pero no me importó».
No quedaron ahí los vuelos inaugurales: El 16 de julio de 1949 abrió por primera vez la línea Barcelona-París y, justo un mes después, realizó el primer vuelo a Caracas y Puerto Rico en un DC-4 matrícula EC-ACF con una duración de 45 horas y con el siguiente plan de vuelo: Madrid-Las Palmas-Caracas-Puerto Rico-Santa María (Azores) y Madrid. Tambión fue pionero en el vuelo a La Habana y a Méjico (3 de mayo de 1950) en un DC-4 y con una duración de vuelo de 56 horas y 55 minutos. El plan de vuelo fue en este caso: Madrid-Santa María (Azores)- Bermudas-La Habana-Méjico-La Habana-Bermudas-Madrid.
Entre el 19 y el 23 de octubre de 1950 pilotó el avión en el viaje oficial de Francisco Franco a las colonias africanas: Las Palmas-El Aiun-Villacisneros-El Aiun-Cabo Jubi-El Aiun-Villacisneros-Tenerife.
En el quinto y último cuaderno de navegación que conserva la familia, consta el vuelo Madrid-Palma de Mallorca-Barcelona-Madrid el 28 de junio de 1962. Sería el último vuelo del que tiene constancia fehaciente la familia pero no fue el último dado que habría que añadir otros realizados como inspector en los cuatro años siguientes hasta cumplir los sesenta años, momento en el que pasó a ser Jefe de Día en el Aeropuerto de Barajas. En su haber, sumaba 320 travesías del Atlántico.