Ambiente medieval en Cardona
El parador catalán está entre los 10 mejores hoteles-castillo de Europa
Ubicado en la cima de un monte sobre las fértiles tierras del río Cardoner y con vistas a la Mina de Sal, este castillo de la segunda mitad del siglo IX hace retroceder en el tiempo según se pisa la impresionante cuesta empedrada que conduce a su recepción.
Su interior, ataviado hoy con modernos elementos de mobiliario, conserva intacta la esencia de una fortaleza en la que coincidieron señores, doncellas, criados y caballeros. Un entorno que revive la época de las sayas, las enaguas, las camas con dosel, las cuadras de caballos y las batallas bélicas; y en el que mirando las almenas aún se dibujan los vigías oteando a los enemigos que se acercaban a la muralla.
Uno de los elementos que más destaca y más magia recoge de todo el conjunto es la torre Minyona. Una construcción circular del siglo XI de la que se conservan una estructura de 15 metros de altura y una leyenda convertida hoy en historia fantasmal. Y es que varios trabajadores y no pocos clientes del parador han afirmado ver o sentir en una única habitación (la 712) muy cercana a la torre, a una doncella ataviada con trajes de la época que llora desconsolada. Una imagen que podría corresponder a la joven hija de un matrimonio que gobernó el castillo en el siglo IX y que fue encerrada en la torre con la única compañía de su criado mudo. El motivo fue la oposición a su amor por un alcaide moro de un castillo cercano que, dicen, también se aparece en el castillo de Cardona en forma de caballero. La muchacha murió de pena y, al parecer, su espíritu vaga hoy entre los muros de la estancia. Que nadie se asuste, que se trata sólo de una leyenda y que las únicas fechorías demostradas del supuesto fantasma, más parecen travesuras de visitantes ociosos o fruto de mentes muy imaginativas.
Este relato, eso sí, ha contribuido cuanto menos a crear todavía más expectación sobre un edificio singular y único, que ha sido considerado uno de los diez mejores hoteles-castillo de Europa. Quién así lo ha determinado ha sido el mayor jurado popular del mundo: el compuesto por los más de 25 millones de usuarios mensuales de el portal de viajes Tripadvisor, que es, hoy por hoy, la mayor comunidad de viajeros en Internet de todo el planeta. Ellos son los que han decidido que Cardona, junto al parador de Jaén, sean los dos únicos hoteles españoles merecedores de estar en el -˜top ten-™ de hoteles-castillo europeos. En sus comentarios, los internautas destacan -œsu atmósfera medieval- y -œel emocionante tiempo de conducción hasta la recepción-. Aspectos que, sin duda, completan la magia y confort de sus instalaciones, la majestuosidad del edificio, sus espectaculares vistas y la riqueza natural e histórica de sus alrededores.
Patrimonio histórico
Así, además de disfrutar de una fortaleza medieval perfectamente acondicionada, la villa de Cardona ofrece a los turistas un importante patrimonio histórico. Los amantes del arte y el buen caminar pueden visitar allí el Portal de Graells, el único que queda entero de los seis que existían dentro del recinto amurallado de la localidad; la gran Casona señorial de Graells (siglos XIV-XV), diversas calles porticadas, el puente inacabado -˜Del Diablo-™ sobre el río Cardoner y el denominado -˜Balcón de Cardona-™.
Fuera del casco urbano, una carretera conduce a la famosa Montaña de la Sal. Una antigua mina de sal gema convertida hoy en museo, que constituye uno de los mayores atractivos de la zona. Se trata de una maravilla natural en la que el visitante puede descubrir pasadizos excavados en la roca, bóvedas y huecos imposibles de los más diversos colores.
Pura cocina catalana
Espléndida y diversa es la cocina catalana que ofrecen los fogones y las despensas del parador de Cardona. Desde los surtidos de setas del bosque a las tablas de quesos del Pirineo, pasando por la butifarra con mongetes, la escudilla o el cabrito a la berguedana, las opciones gastronómicas se multiplican en este paraje natural sin parangón. La oferta se completa con postres autóctonos como el requesón con miel o la crema catalana; los vinos más selectos del Penedés; y los menús degustación como el del -˜Arte Breve-™, que recorre la historia de la cocina catalana a través de bocados únicos.
Deportes y ocio
Además de la riqueza arquitectónica y patrimonial, en la zona existen pantanos, ríos, cerros y varias estaciones de esquí como la de Vallcebre que ofrecen la opción de practicar el deporte blanco, el piragüismo, el trekking, etc. Esta oferta se completa con actividades de ocio tradicional como la Fiesta popular -˜Corre de Bou-™ (corre el buey), un espectáculo taurino que se remonta al siglo XV y en el que resulta interesante participar. Forma parte de la Fiesta Mayor de Cardona y se celebra el segundo fin de semana de septiembre.