Una relación «genial» con Fran

Casada con Francisco Rivera Ordóñez en 1998 por todo lo alto, en la catedral de Sevilla y en una ceremonia mediática (estuvo hasta Mar Flores, por entonces novia de su hermano Cayetano), Eugenia, que ese día parecía una princesa medieval, vio muy pronto desvanecerse su personal cuento de hadas. Ella y el torero se divorciaron cuatro años después. Desde entonces, hay dos personas que están convencidas de que volverán a juntarse, la madre de ella, que adora al torero, según Eugenia, hasta el punto de parecer «su apoderada», y el vidente Octavio Aceves, «porque lo dice el Tarot».

Eugenia sonríe ante semejante vaticinio. Con Fran mantiene una relación «genial», y eso a pesar del golpe que supuso para ella verlo en brazos, primero de su amiga Carla Goyanes y luego de su prima y confidente, Blanca Martínez de Irujo.

Muchos han sido los disgustos. Los escándalos que su suegra, Carmen Ordóñez, dio en sus últimos años de vida; aquel sorprendente videocomunicado de Eugenia desmintiendo haber sido víctima de malos tratos; el rumor maledicente de una presunta relación entre ella y Chiquetete; la tempestuosa relación de ni contigo ni sin ti que mantuvo con Gonzalo Miró... «Mi vida es como un Gran Hermano a lo bestia», llegó a lamentar. Pero todo eso forma parte del pasado.

Sola, pero por fin feliz y en paz consigo misma, Eugenia, cuya última colección de joyas lleva por título Cercles (círculos, en catalán) parece haber dado en lo personal con eso: la cuadratura del círculo.