Soluciones urbanas
Barcelona paga dos euros por
paloma y usa educadores de calle
En una medida no exenta de polémica, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó en este mismo mes de mayo una singular medida para frenar la plaga de palomas que sufre la ciudad. Se estima que en la capital catalana viven unas 256.000 palomas, un número creciente que se lleva intentando limitar desde hace años con diferentes medidas. Ahora el consistorio a través de la Agencia de la Salud Pública de Barcelona ha sacado a concurso por 118.000 euros la contratación de una empresa para capturar y eliminar casi 68.000 ejemplares. Pero la medida no está exenta de polémica y desde la Asociación para la Defensa de los Derechos de los Animales han puesto el grito en el cielo y han calificado de derroche de dinero público este gasto, que se centraría en los barrios de Horta y Sant Andreu, que son los más castigado por la presencia excesiva de estas aves.
Precisamente en Barcelona se apostó en estos mismos barrios de Horta y Sant Andreu por situar educadores de calle para concienciar a las personas que les dan de comer del conflicto que generan al facilitar su rápida reproducción. También se han ofrecido charlas en los centros cívicos y en los de personas mayores -los más aficionados a alimentarlas- para concienciar a la ciudadanía del problema sanitario y de higiene que suponen las palomas.
Una jaula-trampa en
el Ayuntamiento de Mérida
En el Ayuntamiento de Mérida se ha optado por situar una jaula-trampa en el edificio del consistorio para controlar el número de palomas existente en la zona. El año pasado fueron 450 los ejemplares eliminados y para la campaña de este verano se ha instalado a principios de mayo y permanecerá activo este método de control hasta el comienzo del otoño. El sistema consiste en vaciar la jaula, que tiene comida y alimento, dos o tres veces a la semana para frenar la masificación de palomas, que son empleadas por la empresa encargada de los trabajos para volarlas con los halcones.
1397124194
275 euros por ciudadano
al año en Venecia
En Venecia la proliferación de palomas es ya un problema con solera. Durante años se ha invertido mucho dinero para paliarlo. Los cálculos cifran que los problemas y daños generados por estas aves cuestan a cada veneciano 275 euros al año, según el estudio realizado por la superintendencia de arqueología de Venecia. Y es que este estudio estima que cada paloma de la ciudad genera un coste aproximado de diez euros año en tareas de limpieza y otros 23 en daños en los monumentos. Además, en la zona se destinan al año 43 millones para reparar los daños generados en los cultivos de maíz y grano.