San Isidoro tendrá sistemas para alejar a las palomas
La ciudad de León y especialmente su valioso patrimonio no es ajeno al problema generado por las palomas, y en este caso, también por las cigüeñas. A primeros de años se conoció que dentro del proyecto de restauración que se pondrá en marcha en la colegiata de San Isidoro se incluirá la instalación de dos sistemas para ahuyentar a las palomas.
Uno será un mecanismo que emitirá impulsos electrostáticos y otro, el más tradicional, consistirá en la instalación de pinchos metálicos en aquellas zonas más proclives para que se posen los pájaros. El sistema eléctrico consiste en la instalación de una red discreta de cableado a través del que se emitirán picos de tensión de ochenta microsegundos para ahuyentar las palomas.
En el caso de la Catedral ya han sido retirados los nidos existentes en el edificio, que llegaron a alcanzar el medio centenar, y se empleó un halcón para frenar la plaga de palomas que amenazaba el templo.
Y es que en el patrimonio arquitectónico es especialmente importante el daño generado por estas aves. Y es que junto al efecto directo por el peso, los picotazos o arañazos, también se genera un problema con los excrementos porque, según explican los expertos, al mezclarse con la lluvia, el aire y los contaminantes ambientales, se provoca el crecimiento de una microflora que genera ácidos y otros metabólicos que dañan los materiales.