Una filosofía nacida en Italia y que ya cala en todo el mundo

Fueron un grupo de poblaciones italianas las que, en 1999, decidieron poner en marcha el movimiento de ciudades lentas «Cittaslow» inspiradas en la filosofía de vida que rechaza la comida basura y defiende una alimentación sana basada en la dieta mediterránea. En realidad, su rechazo más frontal era al frenético ritmo de vida por el que se rige la sociedad actual.

Este movimiento cuenta ya con muchos seguidores en todo el mundo, si bien en España acaba de empezar a fraguarse y todavía no es muy conocido, aunque sus fundamentos ya han calado hondo en buena parte de la población. Fue hace apenas dos años cuando se constituyó la red española de ciudades que va creciendo a ritmo lento, como mandan los cánones de este movimiento.

Palafrugell fue el punto de partida de la extensión de las ciudades lentas por España, si bien este municipio catalán, oficialmente certificado, ha renunciado a seguir como miembro integrante de la red española, según se explica en su página web -” www.cittaslow.es -” aunque no especifica los motivos. El caso es que el es concejal de Turismo de este ayuntamiento gerundense conoció el movimiento a través de un viaje a la ciudad de Abbiategrasso, miembro de la Red Cittaslow italiana.

Fue a partir de ahí cuando, a su regreso, se puso en contacto con otros municipios cercanos en busca de apoyo para continuar esta tendencia en España. Y lo consiguió con Begur y Pals. Siguiendo esta misma línea, otros municipios pertenecientes a otras comunidades autónomas, (Mungia y Lekeitio en Vizcaya, Rubielos de Mora en Teruel y Bigastro en Alicante) también se apuntaron.