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León

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En 1949 Carlo Abarth, fundador de la célebre compañía de «preparaciones», comercializaba su primer producto oficial: una caja de cambios de competición con mando al volante para el Fiat Topolino, con lo que el pequeño utilitario antecesor del Cinquecento, se convertía en todo un coche de carreras.

Seis décadas después, con la misma filosofía, el cambio «Abarth Competizione» se ofrece de serie en el 500C Abarth: 5 marchas (manual) con funcionamiento electrohidráulico y levas en el volante, conforme a un esquema que primar las características de economía y eficacia dinámica en condiciones de conducción deportiva.

Su tecnología se basa en la de una caja de cambios mecánica tradicional, en la que se reemplaza el sistema de cambio manual por un «actuador» controlado electrónicamente mediante una TCU (Unidad de Control de Transmisión) con lo que se consiguen unos engranados más suaves y una mayor eficacia mecánica.

La caja «Abarth Competizione» tiene dos modos de utilización: «Auto» (prima el confort) y «Manual» (conducción deportiva). Ambos modos pueden utilizarse también en reglaje «Sport», para una mayor rapidez en los cambios de marchas.