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Lista para el amor

Tras dos años de duelo, Martina Klein vuelve a abrir su corazón

Publicado por
arantxa furundarena
León

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Estoy deseando que se me revuelva de nuevo el estómago con eso que llaman amor». Tan sabrosa confidencia se la regaló Martina Klein a esta periodista hace algo más de año y medio. Entonces, la modelo llevaba ya varios meses separada de Álex de la Nuez, compañero sentimental durante casi una década y padre de su hijo, Pablito. Martina confesaba que quería enamorarse y a la vez admitía estar haciendo todo lo posible para que eso no ocurriera.

«Reconozco que soy borde con todo el que se me acerca. Incluso superborde con todas esas amigas que intentan presentarme a los que ellas consideran los mejores candidatos. Creo que el príncipe de mi vida tendrá que cabalgar mucho y saltar muchos obstáculos para llegar hasta mí».

Cabalgar exactamente no, porque se trata de un tenista y no de un jinete, pero saltos sí está dando el barcelonés Álex Corretja (y no sólo de alegría, sino de puente aéreo y AVE) desde que sale con Martina Klein, que ahora reside en Madrid. La relación lleva ya varios meses y, según algunos de sus conocidos, la pareja está «en lo mejor». Aún es pronto para adivinar si este nuevo Álex será el príncipe de la vida de Martina, pero de momento ya comparte con ella helados, risas, acaramelados paseos, besos, ternura... Eso, en cuanto a lo que se ve.

Y, en cuanto a lo que no se ve, se supone que también un derroche de amor y alguna locura. «Martina tiene mérito. Y una paciencia de santa», comentó a media voz un conocido de la modelo una noche de hará más de tres años, al verla salir, serena, resplandeciente y risueña, de una bulliciosa cena plagada de celebrities y periodistas, del brazo de su entonces pareja, Álex de la Nuez, ligeramente perjudicado por culpa de alguna copita de más.

Durante más de nueve años, Klein y de la Nuez fueron, al menos de puertas afuera, la pareja perfecta. Él, que hasta hace poco aún se confesaba enamorado de ella «a muerte», apoyaba y jaleaba todo lo que emprendiera Martina, ya fuera un desfile, una colaboración literaria o un nuevo corte de pelo. «Mi chico así llamaba la modelo a su novio, está fascinado desde que llevo el cabello muy corto. Dice que soy toda ojos». Pero una suerte de desequilibrio profesional iba creciendo entre ellos.

Martina no paraba de triunfar dentro y fuera de las pasarelas, mientras que el nuevo disco de Álex no lograba despegar. Le pedían entrevistas, sí, pero en casi todas le exigían que estuviera también ella

Y llegó Pablito

En esto llegó Pablito, un bebé deseadísimo por el que Martina Klein abandonó voluntaria y temporalmente las pasarelas. El niño, que ya en la ecografía en tres dimensiones se reveló, según su famosa mamá, «lleno de personalidad, simpatía y ganas de reírse», nació a principios de 2005, y desde el punto tanto Martina como Álex se declararon «totalmente a su servicio». Pero el cuento de hadas terminó justo tres años después.

En enero de 2008, la pareja emitió un comunicado conjunto anunciando su ruptura. «La cagué bastante. No creo que volvamos», admitió él. «Estoy bien declaró ella. Soy una mujer más fuerte de lo que pensaba. Además, lo estamos haciendo -˜guay-™ los tres, el niño, él y yo, porque somos buena gente»

Extrovertida, payasa y muy responsable, tal como se autodefine ella misma, Martina Klein vino al mundo en Buenos Aires el 7 de diciembre de 1976. Pero a los doce años se trasladó con su familia a Barcelona, donde acabaría perdiendo el acento porteño. Alta (mide 1,76), de niña se consideraba dueña de un «físico extraño», pero a los quince años empezó a ganarse la vida como modelo. Con ser una profesión privilegiada, Martina ha reconocido más de una vez que esa carrera que la llevó a desfilar en las mejores pasarelas del mundo y con los mejores diseñadores internacionales, no fue un camino de rosas. «Me torturaba demasiado, y no disfrutaba de mis viajes todo lo que habría podido». Pese a sus medidas casi perfectas, que prácticamente clavan el mítico 906090, Klein ha pasado por etapas en las que luchaba contra la báscula, hasta descubrir que la felicidad es el principal tratamiento de belleza

«Cuanto menos me preocupo mejor me veo»

Si su mirada felina y esa sonrisa cálida y familiar que inspira confianza le abrieron las puertas de la moda y la publicidad, sus aspiraciones artísticas y una cabeza muy bien amueblada la han convertido en una exitosa columnista y, últimamente, en cómica de un espacio de humor titulado -˜El club del chiste-™. Klein es probablemente la más polifacética de todas las modelos españolas de su generación. Y, últimamente, antes incluso de haber reencontrado el amor en Álex Corretja, se había encontrado a sí misma. «En cuanto a mi separación, después de más de dos años creo que puedo decir eso de ¡Prueba superada! En cuanto a mí, nunca he estado mejor. He sufrido mucho a causa de la inseguridad... Ya no»

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