Hyundai se apunta a los SUV
iX35. Segmento de moda, el de los SUV recibe un nuevo representante
Familia «R». Uno de los mimbres en los que se apoya el fabricante coreano con la propuesta iX35, es el tetracilíndrico turbodiésel de 136 CV la nueva familia «R» que, junto con la potenciada -y cara- versión 2.0 CRDi (184 CV), conforma la gama del recién llegado todocamino y cuyos orígenes hay que buscarlos en aquella versión 2.2 (197 CV) estrenada en el Santa Fe.
La tercera entrega de la inyección por rampa común y los inyectores piezoeléctricos (1.800 bares de presión de combustible), además del turbocompresor de geometría variable, se convierten en las piezas claves de un motor silencioso, de baja humorosidad y vibraciones que, amén de un buena elasticidad -recuperación desde los regímenes bajos- satisface por su comportamiento rutero: 10,2 segundos en aceleración de cero a cien (piénsese en la tonelada y media larga de romana ), 181 por hora de punta y alrededor de 6/6,5 litros de consumo medio (en torno a 780 kilómetros de autonomía media).
Consecuencia: el conductor no tendrá necesidad de estar continuamente actuando sobre la caja manual de 6 marchas (algo bronca de engranados, en ocasiones). Entre 1.800 y 2.500 vueltas, el motor en cuestión ofrecerá su mejor cara-¦ también sus mejores prestaciones y consumos.
El acabado 4x4 GLS Style -nuestra unidad de pruebas-, la más equipada de la gama, tiene tracción total inteligente. En condiciones de adherencia normales, el sistema funciona como un «todo delante» -se ahorran esfuerzos de transmisión y consumo-, mientras conforme se complican los resbalones el sistema pasa automáticamente a 4x4, con las consiguientes bondades de mantenimiento de trayectoria y, lógicamente, de superación de situaciones difíciles siempre, claro, sin olvidar que no estamos al volante de un auténtico todoterreno, por mucho que el iX35 nos permita ciertas veleidades fuera del asfalto, siempre que los caminos no estén muy descarnados ni sean especialmente abruptos. Mediante un sencillo botón, puede también conectarse manualmente la tracción 4x4 (siempre por debajo de 40 Km/h.) y se dispone de un efectivo sistema de control de descenso para pendientes pronunciadas.
En cualquier caso, nuestro protagonista muestra un buen equilibrio dinámico-práctico entre ciudad y carretera; la suave dirección ayuda mucho en las maniobras urbanas, lo mismo que el sistema de arranque en pendiente y los sensores de estacionamiento -cámara trasera incluida, aunque hay que acostumbrarse a las proporciones que muestra la imagen-, a lo que también contribuye la alta postura de conducción, que permite dominar el entorno con facilidad.
Un interior sólido y bien realizado, con un generoso maletero de 591 litros, con cajones laterales, ganchos de anclaje y red para sujeción de objetos que, además, aloja rueda de repuesto de tamaño normal y con llanta de aleación. Hablando de llantas, las de 18 pulgadas (neumáticos 225/55) acaban por poner el contrapunto a la musculada estética del iX35.
En suma, un coche muy interesante, que entra en la pelea del emergente segmento SUV con evidentes garantías de éxito.