Evolución de la especie

Musculado-musculado. Nissan hace frente a la crisis que ha venido golpeando al segmento de los grandes todoterreno con un evolucionado Pathfinder que, además, continúa manteniendo su estatus europeo de modelo grande-grande entre los 4x4: 7 plazas, casi cinco metros de largo (4,8 para ser exactos) y hasta 3.500 kilos de capacidad de remolque. Unas cartas de presentación de las que pueden presumir muy pocos -”casi ninguno-” de sus enemigos naturales (Toyota Land Cruiser, Mitsubishi Montero, Jeep Grand Cherokee).

Los cambio estéticos del remodelado Pathfinder son más de detalle que verdaderamente profundos -”cambiar-¦ para que nada, de lo bueno, cambie-” lo que no empece para que nuestro protagonista ofrezca una evidente puesta al día en un frontal con nuevos faros de xenón, parachoques y capó, que acaban por modernizar -”y hasta estilizar-” una de las imágenes más conocidas en el particular segmento de los TT «grandes», y tan familiar para el público como cuando se lanzará la primera generación del Pathfinder allá por el año 2005.

En el interior se adopta una nueva consola central, también una nueva pantalla de mayor resolución para la cámara trasera de ayuda al estacionamiento -”o a cualesquiera maniobras-”, tomas USB y Bluetooth y, en general, se mejora la vida a bordo en un interiorismo más actualizado, en el que no falta el climatizador dual, la calefacción en los asientos delanteros o el airbag de cortina en el segundo escalón de gama (XE), mientras puede optarse por llantas de 18 pulgadas (17 como equipo de serie) o asientos tapizados en piel.

Si la eficacia viene siendo la tónica generalizada en las últimas propuestas motorísticas de los fabricantes, sea cual fuere el segmento de militancia, el Pathfinder no podía sustraerse a esta tendencia: el dCi 4 cilindros de 190 CV (gana una veintena de caballos), desarrollado en España, sólo conserva el bloque; todo lo demás es nuevo y, como consecuencia de la remodelación, el nuevo motor reduce en un 15% su cifra de consumo, con la posibilidad de unirlo a la caja manual de 6 velocidades -”también de fabricación española-” o la automática de 5 marchas. Por su parte, la potencia versión V6 (231 CV) se convierte en todo un lujo motorístico (se monta en los lujosos Infiniti y Renault Laguna) para las 2,2 toneladas de romana del Pathfinder: 8,9 segundos en aceleración de cero a cien, 200 por hora de punta y 9,5 litros de consumo medio.

Independientemente de la caja de cambio que se escoja -”manual o automática-” la caja transfer del Pathfinder ofrece cuatro posibilidades de uso: 2WD (sólo propulsión trasera), Auto o tracción total permanente (el tren delantero recibirá más par si se producen pérdidas de adherencia), 4H (50-50 de reparto entre ejes, para rodar por campo) y 4LO (sólo para campo y exclusivamente conectable a vehículo parado).

En suma, que el Pathfinder evoluciona considerablemente en su propuesta general y, ya se ha dicho, especialmente en el capítulo motorístico.