Tributo-¦ a la italiana
Evocación Ferrari para una exclusiva versión del Fiat 500 Abarth
Tradición deportiva. De la unión del preparador del Escorpión y los talleres de Maranello, nace una exclusivista edición limitada: Abarth 695 «Tributo Ferrari», realizada sobre el Fiat 500 que estos días comienza a desembarcar en los concesionarios específicos de la Red Abarth: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y Gijón (el más cercano a tierras leonesas).
Pequeño y ágil, el 695 «Tributo Ferrari» adopta el tetracilíndrico 1.4 Turbo T-Jet (16 válvulas) de 180 CV, unido al cambio MTA Abarth Competición, con mando electrohidráulico en el volante -”no existe la tradicional palanca en la consola-” y dos modos de uso: Manual y Automático. En la primera modalidad, el conductor puede elegir la marcha más adecuada en función de las condiciones de conducción; mientras que en modo Automático, es el propio sistema el que «elige» cambiar de marcha basándose en parámetros como la velocidad del coche, el régimen de giro del motor y la presión que se ejerza sobre el pedal del acelerador. Incluso cuenta con la función «Pick Down», que proporciona una ración extra de potencia y par cuando las condiciones lo requieran (adelantamientos, por ejemplo).
Estéticamente trufado en racing y con colores específicos (Rojo Corsa, Amarillo Modena, Azul Abu Dhabi y Gris Titanio), el 695 «Tributo Ferrari» adopta elementos de fuerte impacto visual en una carrocería cuyo frontal se distingue por la sobredimensionada boca de refrigeración, también por las tomas laterales en las esquinas del envolvente paragolpes, carcasas de retrovisores exteriores en fibra de carbono, detalles «Gris Carrera» en las llantas y en las mencionadas tomas de aire delanteras, faros de xenón don función cruce/carretera, dispositivo que triplica la intensidad lumínica y la longevidad de las lámparas respecto a los faros halógenos convencionales. Los laterales de la carrocería se adornan con el emblema creado para la ocasión y que celebra la colaboración entre Abarth y Ferrari.
Para que nada falte-¦ la marmita de escape Record Monza que, además de remarcar las prestaciones del motor, enaltece la musicalidad de la planta motriz a partir de las 3.000 vueltas.
En el interior del habitáculo se sigue idéntica tónica deportiva: asientos baquet firmados por Sabelt -”en piel y Alcántara-”, con carcasa y base del cojín en carbono, volante de tres radios tapizado en cuero, con aplicaciones de piel roja y base plana. El llamativo panel de instrumentos se caracteriza por los relojes específicos (Jaeger) inspirados en los que monta Ferrari: fondo blanco combinado con el manómetro de presión de turbo separado-¦ y analógico.
El conjunto de pedales del puesto de conducción, incluidos reposapiés de piloto y copiloto, están realizados en aluminio antideslizante, con marcada configuración racing, y personalización específica con el emblema del Escorpión.