Diario de León

«De Tomás Gómez soy total»

Enrique Cascallana trabaja mano con mano con el líder del PSM ensu lucha para mantener la autonomía del PSOE madrileño frente a Ferraz

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Tomasistas contra trinistas. Tomás Gómez frente a Trinidad Jiménez. Ese es el dilema del socialismo madrileño. Pero el asunto también tiene color leonés de la mano del alcalde de Alcorcón, Enrique Cascallana.

En todo el lío madrileño, con lo que no contaba el aparato nacional del PSOE, y se ve que sí Tomás Gómez, era con el tejido de militantes, agrupaciones socialistas locales incluidas, que iban a volcarse con el ex alcalde de Parla en su lucha en las primarias para ser el candidato a la Comunidad de Madrid. Entre ellos, emerge la figura de Enrique Cascallana, nacido en Madrid, en 1953, abogado y con cuatro hijos, senador y alcalde de Alcorcón. E hijo de un leonés, Quino Cascallana, nacido en Matadeón de los Oteros, ferroviario y payaso, que murió a los 59 años. Origen leonés que añade un dato más: el máximo defensor de Tomás Gómez frente a José Luis Rodríguez Zapatero, compartiría al menos con el presidente del Gobierno las anécdotas de un pasado en esta provincia. Aunque, de momento, Gómez sería la frontera que separaría sus destinos.

Enrique Cascallana, un político hecho a sí mismo, que fue concejal con 26 años, que más que flirteó con el comunismo en su juventud, con su presencia y puede que con algo más, es uno de los baluartes de la candidatura de Tomás Gómez en estas primarias que han atravesado las fronteras de Madrid. Está considerado como principal valedor, aval, apoyo moral, lugarteniente público y notorio del actual secretario general del PSM-PSOE. Y él no elude esta condición: «Yo, ¿de Tomás Gómez? De Tomás Gómez soy total», asegura con convicción. Aunque se apresura, como lo hizo ya en los inicios de este proceso interno al pedir elecciones primarias ante la irrupción de Trinidad Jiménez como candidata mejor posicionada, a advertir de que no hay en él ninguna aspiración de rebeldía ante la dirección nacional del PSOE. Al menos eso dice.

Lo que sí se intuye en esta guerra interna que vive el PSOE, aunque la pregunta quede sin respuesta, es que a Cascallana en todo esto le mueve que se respete al equipo que ha trabajado en Madrid con el objetivo de ganar las próximas elecciones, municipales y autonómicas, como horizonte. Por tanto, posicionarse. En definitiva, además de la afinidad personal con Gómez, surge el rechazo a los que podrían ser considerados advenedizos u oportunistas. ¿Rechaza lo que en términos políticos se califica como paracaidistas?, en relación al intento de imposición de Jiménez. «Lo que sé es que estoy convencido de que vamos a ganar a Trini», contesta.

Puede que ahí esté una de las claves, que confirma un activo militante de base, vecino de Alcorcón: «A Madrid siempre nos han enviado paracaidistas. Ya es hora de que decidamos nosotros», señala.

Sobre si existen aspiraciones mayores, como podría ser un puesto de consejero en un hipotético gobierno socialista en Madrid, Cascallana ha reiterado por activa y por pasiva que su sitio político, su proyecto, es Alcorcón, donde ocupa el puesto de alcalde desde hace siete años. Así lo hizo recientemente en declaraciones a Diario de León: «Mi objetivo es mejorar Alcorcón y hacer realidad los proyectos que ya están en marcha», afirmó.

Pero de lo que no cabe duda es de que, de aquí al 8 de octubre, cuando se celebren esas primarias, Cascallana trabajará asuntos de partido también fuera del término municipal. De hecho, en los mentideros madrileños se asegura que el político alcorconero movió ficha para que incluso Gregorio Peces Barba fuera el rival de Jaime Lissavetzky, en este caso como candidato -”a candidato-” a la alcaldía en otras primarias que finalmente no llegaron a buen puerto. Parece ser que al profesor, tantas reválidas le resultaron demasiado.

Alcorcón como tapada

La ciudad de Alcorcón aparece en toda esta intriga como la gran tapada, ahora ya no tanto, de los núcleos urbanos que, con empuje y aplomo, han apostado por Tomás Gómez. De hecho, su alcalde fue de los que apoyó a Gómez cuando se postuló como secretario general del partido. Y podría decirse que en cuestión de feudos, le ha tomado la delantera incluso a Parla, la cuna política de la que emergió Gómez, hasta convertirse en uno de los alcaldes más prometedores del PSOE y el más votado de España.

Por un lado, Enrique Cascallana es alcalde y senador. Esta extensa influencia no es óbice para que el regidor declare que «tres años de trabajo, y lo anterior, son un importante aval y respaldo para que Tomás Gómez sea el candidato», remarca. Por otro, el tejido sociopolítico del propio partido parece que funciona a la perfección en la circunscripción de Alcorcón. Es más, las Juventudes Socialistas de allí se decantan por Trinidad Jiménez, aunque el apoyo a Gómez se traduce en multitud de acciones.

Ahí es donde se percibe el liderazgo de Cascallana, que funciona como un capitán de barco en el que la tripulación es tan versátil como cohesionada, y con una hiperactividad volcada en ensalzar, exaltar y promocionar la figura de Gómez. De hecho, Cascallana encabeza la plataforma de apoyo a Tomás Gómez de Alcorcón.

Ahí es donde se ve que la mano invisible que teje todo este entramado pro Tomás, tiene que provenir de lo más alto, aunque se desenvuelva desde la voluntad y voluntariedad de las bases. Alcorcón fue el primer municipio de Madrid en colgar en Internet los avales que apoyan al político madrileño. Las primeras acciones dirigidas a recaudar fondos, en forma de venta de camisetas y demás, para apoyar a Tomás Gómez surgieron del que podría denominarse núcleo duro de Alcorcón. Es más, en plenas fiestas de la localidad, la pasada semana, la caseta del PSOE de Alcorcón era un hervidero de fiesta amable, eso sí, pero también de lo que los propios militantes más activos quieren ver como una sana competencia con la actual ministra de Sanidad. Se cuenta que incluso valoraron la posibilidad de recibir a Trinidad Jiménez, en su ronda de visitas por Madrid, con la camiseta de Gómez.

Un taxista de la zona, en esos días de jolgorio afirma: «Yo, de este tema, es que no sé ni a qué se presentan, pero que apoyan a Tomás Gómez está clarísimo». Un camarero de un bar del centro de la localidad corrobora el dato: «Sí, aquí se apoya al de Parla». Y varios periodistas, por aquello de que hay que ir por delante de la noticia: «Claro, hombre, Alcorcón es de Tomás Gómez».

«No voy contra Zapatero»

Enrique Cascallana, que ha vivido 22 años en Madrid y 35 en Alcorcón, se siente querido por el pueblo. Otra cosa será cuánto le quieren ahora los de la Ejecutiva Federal. Cascallana por si acaso saca el escudo de la solidaridad y el compañerismo: «A nadie le permito que me diga que mi apoyo a Tomás sea ir en contra de Zapatero», afirma.

Y, además, continua con una justificación de los ya hechos consumados: «Zapatero ha dicho que ante la duda, democracia. Eso es lo que estamos haciendo. El sistema, el partido es un lugar de debate y eso es lo que ahora se está haciendo para elegir a quien será candidato. Aquí lo que hay que hacer es ganar las elecciones al PP», afirma.

Respecto a otros temas, como la oportunidad de unas primarias dice: «Estoy convencido de que va a ganar Tomás, de que es el candidato que necesita Madrid y el PSOE». Y sin olvidarse de remarcar que en toda esta historia que se decidirá el día 3, cuando se elija candidato, no hay órdago a la cúpula de partido.

Mientras, esta semana, en Alcorcón, las bases que apoyan la candidatura a las primarias de Tomás Gómez sacaban a la venta unas camisetas, en una nueva acción para sacar a la calle su propuesta. En ellas, se ve al secretario general madrileño en una caricatura subido a una Vespa, mientras se aprecian unos insectos que huyen de las ruedas de la moto. ¿Quiénes serán?Al parecer, Gómez es un gran fan de este medio de transporte.

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