La comida, los Reyes y las vacaciones
María Jesús, en el centro de la imagen, rodeada de familiares y amigos en su 52 cumpleaños.
En una casa en la que un jamón apenas dura dos días, el asunto de la comida se convierte en uno de los ejes fundamentales sobre el que gira el resto del día. De él se encarga María Jesús con la ayuda de Internet. Ahora lo complicado es hacer comida para pocos -«me cuesta muchísimo»-.
Y la ropa, más de lo mismo. «A los chicos con lo que les traen los Reyes les vale. Además aprovechamos el final de las rebajas y me encanta hacer punto pero, aún así, gastamos mucho porque el volumen es inmenso». También hay ayuda extra en casa. Cuatro manos más algunas horas al día ayudan a que todo esté lo más a punto posible.
Aquí todo es a lo grande. Los Reyes suelen venir cargados, pero de cosas prácticas: ropa, prendas de deporte y juguetes «desechables» para los más pequeños. No hay sitio para más. Desde Oriente también llegó un año un proyector para ver cine en familia. La tele queda al margen del día a día en esta casa. «Nosotros no vemos la tele mientras comemos. Sólo tenemos una en toda la casa, está bajo llave y sólo se abre en ocasiones especiales. Es muy fácil «enchufarles», pero «quita tiempo de familia».
También en familia pasan las vacaciones. Lo que para muchos padres es un quebradero de cabeza, para los Roa Prieto el final del curso escolar tampoco es un infierno. Tienen un chalé en una urbanización a las afueras de León que al que se trasladan todos los meses de verano. «Nos encanta esa época. Nos nos podemos permitir muchos días fuera de casa pero siempre nos vamos todos cuatro o cinco días a Cádiz, a un hotel que tiene buenas ofertas».
Tampoco falta alguna que otra escapada a lo largo del año. Les encanta viajar y siempre que pueden aprovechan para salir de León a casa de algún familiar o amigo.
No se perdieron la última visita del Papa a España hace algo más de un mes y también son asiduos a Lourdes. «Pertenecemos a la Iglesia católica, aunque no formamos parte de ningún movimiento religioso en particular» -aclara la matriarca-. Para ella y su marido, transmitir los valores esenciales a sus hijos es lo mas importante. «Para eso siempre hay tiempo», sentencian.