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El problema secreto

La eyaculación precoz alcanza hasta el 40% de hombres, les hace culpabilizarse y, además, perjudica las relaciones de pareja Aunque hay soluciones y una terapia específica, a los afectados les cuesta mucho plantearlo en la consulta médica. Los

Publicado por
Manu Mediavilla
León

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La buena comunicación médico-paciente es el primer paso para resolver la eyaculación precoz, que es una de las disfunciones sexuales masculinas más importantes (25% a 40% de prevalencia) y que, además de provocar sentimiento de culpa al afectado, también perjudica las relaciones de pareja. Pero aunque tiene soluciones, e incluso una terapia específica eficaz. El manto de vergüenza y prejuicios que todavía rodea a ese problema impide a muchos hombres plantearlo en la consulta.

«Pocos pacientes buscan tratamiento», alertó el urólogo Rafael Prieto, responsable de la Unidad de Andrología del cordobés Hospital Reina Sofía, y eso, unido a la escasa formación en ese ámbito -”solo hay dos facultades con asignatura de Medicina Sexual-”, contribuye a que sea un «área terapéutica desatendida». Además, añadió Juan Ignacio Martínez Salamanca, especialista del madrileño Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, con ello se pierde una gran ocasión preventiva, ya que «la salud sexual masculina es una puerta de entrada para evaluar la salud del hombre».

«La sexualidad siempre ha sido motivo de broma, y no lo es», remarcó la presidenta de la Asociación Española de Andrología (Asesa), Ana Puigvert, al abordar la cuestión en un seminario de prensa sobre eyaculación precoz celebrado en Menorca.

«No es un tema de broma, es un problema de salud», insistió Prieto desde la vicepresidencia de Asesa. «Y lo importante es que afecta a la salud sexual del hombre y a sus parejas», remachó Ignacio Moncada, urólogo del madrileño Hospital de la Zarzuela. Dos investigaciones recientes (el Estudio Europeo PE Confidential en nueve países y el Estudio Demográfico Español sobre Eyaculación Precoz, DEEP, que ha completado su segunda fase con opiniones femeninas) lo dejan claro.

Más preocupados

Por una parte, los hombres españoles se muestran más preocupados por su problema, pero luego lo van relativizando; por otra, a las españolas les cuesta más reconocerlo, pero después lo viven con más intensidad.

De hecho, los datos continentales reflejan que esa disfunción tiende a prolongarse en el tiempo (un tercio de afectados lo está desde hace más de 25 años), con sus consiguientes efectos dañinos para el varón, su pareja y su relación, que, como advirtió Puigvert, «puede llegar a la ruptura». El estudio PE Confidential pone cifras a esos perjuicios encadenados. El 57% de hombres con eyaculación precoz no está satisfecho con su vida sexual, lo mismo que el 44% de sus parejas, cuyo porcentaje inferior refleja su enorme comprensión ante el problema de su pareja.

Pero eso no evita que muchas se sientan frustradas e incluso poco atractivas, mientras ellos expresan sentimientos de culpabilidad y fracaso, que suelen traducirse en enfado, nerviosismo, depresión y hasta inseguridad en otros ámbitos de la vida.

El resultado es que baja el número de relaciones, cae la satisfacción y se impone el desinterés sexual, lo que no ayuda en absoluto a la relación de pareja, que ellos (30%) y ellas (25%) temen que pueda peligrar.

De ahí la insistencia de Moncada en «no sufrir en silencio» (el 53% de afectados y el 70% de sus parejas nunca lo ha comentado con nadie) y en que «el primer paso para lidiar con el problema es hablar» con la pareja y con el especialista, como cree, de hecho, el 87% de las mujeres afectadas.

Además, remacha, si antes «había soluciones, ahora hay un tratamiento específico» que, previa consulta y receta médicas, puede administrarse cuando se necesite.