Un carrito de maletas, Juanito Valderrama y el derribo del Edesa
Ceferino cambió las maletas por cartones. Su imagen, tirando del carrito con el que en otro tiempo acarreaba los equipajes de los viajeros desde la estación de tren hasta el Hotel Madrid, y que acabó llenando de cartón, es una de las más de tres mil que los usarios de Facebook han colgado en la red. Otros personajes tan populares que incluso han merecido una escultura, como el famoso barquillero, José Antonio Cortés, -"que recorría las ferias de todo el Bierzo con su ruleta de barquillo-" o Dominguín, el cantautor que usaba la calle como escenario, también aparecen retratados.
Facebook ha recuperado la ciudad, pero también la gente. Y con ella, historias de los lugares donde se reunían y que ya no existen. Es el caso del Teatro Edesa, donde también se proyectaban películas, construido a principios de los años treinta en la plaza de Lazúrtegui y derribado en 1975. «Cuando tiraron el Edesa, tiraron una parte de la vida de los ponferradinos», se lamenta el que fue portero de la Deportiva Ponferradina durante dos décadas, Eduardo Fernández, recordando una sala que tenía instaurados los llamados «jueves galantes», cuando dejaban pasar a una pareja con una sola entrada. El Edesa, convertido en una leyenda, murió después de proyectar la película El abogado defensor , con Terence Hill, un 2 de junio de 1975, según recuerda José Cruz Vega, autor de una serie de publicaciones que rescatan la vida cotidiana de Ponferrada.
También eran los años de la pista de El Frontón, donde la Guardia Civil vigilaba a comienzos de los sesenta los bailes agarrados, o del café de Héctor, de los cines Adriano, del Cine Morán y del primitivo Teatro Bergidum, recuerda hoy su director, Miguel Ángel Varela, hablando de la imagen de la calle Ancha que abre este reportaje. En las tablas de aquel teatro encontró la inspiración Juanito Valderrama, un día de agosto de 1948, para componer una de sus canciones más famosas. El propio Valderrama le contó a Varela cómo nació el tema El emigrante poco antes de actuar en el escenario de la desaparecida Zona Cinco en 1989. El Niño Ricardo, nombre artístico del guitarrista que le acompañaba en su gira del verano de 1948 arrancó una improvisación durante un ensayo y Juanito no se lo pensó dos veces. «¡Niño, no te olvides de eso, que tiene una canción!», cuenta Varela que le dijo.
Amante del pimiento picante
La Ciudad del Dólar fue desapareciendo a lo largo de los años sesenta para convertirse en un eco en las pegatinas que adornaban los coches. «La ciudad tenía tres eslóganes en las pegatinas de entonces -cuenta Varela-: 'Ponferrada, Ciudad del Dólar', 'Ciudad amante del pimiento picante', que era la más graciosa, y 'Un camino, una posada, Ponferrada', la más lírica de todas. Recuerdo que mi cuñado las ponía en el Seiscientos cuando venía del País Vasco».
¿Y qué queda de todo aquello? Un capítulo en un libro de historia, algunos artículos, alguna novela. El recuerdo de quienes vivieron una época. Y las fotos. Más de cuatro mil fotografías que la red conservará durante mucho tiempo.