«Los secretos de Maruja son nuestros secretos»

Antes del que el Astorgano, con el cocido maragato como referencia, abriera sus puertas, Silvia y Ana Fuertes, habituales del verano en Astorga, visitaron a Maruja Botas. Su padre también tuvo ahí un papel fundamental. Esta vez por amistad. Se trataba de aprender de la más sabia. «Estuvimos dos días con ella para que nos enseñara cosas. Es una señora que se levanta a las 3 de la mañana para que el cocido esté como luego está. Y lo sabe todo sobre el cocido. Aprendimos mucho», aseguran.

En la propia carta del restaurante, se cuenta que Maruja les encomendó traer su legendario cocido a Madrid. Horas de cocción, cariño y respeto a la tradición son ingredientes de Maruja. Dicen. Pero algo más habrá-¦ «Al principio era un poco reticente a contarnos sus secretos. Pero se portó muy bien con nosotras. Pudimos ver cómo hace todo el proceso y conocer su método. La verdad es que nos sirvió de mucho», narran sin soltar prenda. ¿Y los secretos, entonces? «Los secretos de Maruja son nuestros secretos». Así que el cocido maragato de Silvia y Ana, el de Madrid, se ve y se saborea, se toca con el paladar, se reposa y se comenta, pero el resto, el cómo, queda pendiente para el próximo cocido.

Ahora que hasta se sabe la fórmula de la Coca-Cola, parece que la del cocido de Maruja está a buen recaudo.