Diario de León

Una boda sin despilfarro

Guillermo de Gales y Kate Middleton quieren convertir su enlace en un evento glorioso y entretenido pero sin excesivas ostentaciones

El príncipe Guillermo y Kate Middleton posan para los fotógrafos en una imagen de archivo.

El príncipe Guillermo y Kate Middleton posan para los fotógrafos en una imagen de archivo.

Publicado por
Arantza Furundarena
León

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La joven pareja ha dado claras instrucciones al reducido grupo de cortesanos responsables de los preparativos de su gran día, el próximo 29 de abril, para que se eviten gastos superfluos. Guillermo y Kate no desean despilfarrar en un gesto de solidaridad con las dificultades financieras en Reino Unido y muchos otros países. Y, principalmente, desean proyectar una imagen de normalidad antes y después del intercambio de alianzas en la abadía de Westminster

Unos 1.800 invitados acompañarán al príncipe y su prometida durante el servicio religioso en la misma iglesia anglicana donde se celebró el funeral de la princesa Diana, en septiembre de 1997.

La comitiva real llegará al recinto unos minutos antes de las 11 de la mañana (mediodía en la península), tras recorrer en diferentes automóviles un limitado trayecto por el centro de Londres. Este será el momento más esperado de la jornada, cuando el público podrá ver el vestido de la novia en las retransmisiones de televisión e Internet y en las pantallas gigantes que se instalarán en los parques y plazas próximas al palacio de Buckingham. Es un secreto que Kate ni siquiera va a compartir de antemano con Guillermo, según confirmaron ayer sus portavoces palaciegos.

Hay otros detalles que la pareja se resiste a divulgar en su esfuerzo por aparentar normalidad. Desde las flores que decorarán la abadía hasta los himnos que se escucharán durante la ceremonia o los ingredientes de la tarta que cortarán frente a los invitados al almuerzo que ofrece la abuela de Guillermo, Isabel I, en el palacio de Buckingham.

Tampoco se ha desvelado la identidad de los afortunados que acudirán a la cena y baile que el príncipe Carlos está organizando en esta residencia oficial londinense de los monarcas británicos. Ambos convites se califican como privados.

La ceremonia oficial apenas durará tres horas. Comienza a las 10.30 (hora inglesa) con la comitiva presidida por la Reina avanzando por el Mall -”la ruta real que incluye los palacios de Buckingham y St. James y Clarence House-” hasta Westminster. Terminado el servicio religioso, hacia las 12.15, cinco carrozas conducirán a los recién casados y sus más próximos familiares de vuelta a palacio siguiendo el mismo recorrido de media hora. La familia real española y otros selectos invitados se sumarán a la comitiva oficial en sendos automóviles. La ruta estará plagada de gente ansiosa por ver a los novios.

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