la lucha entre la razón y el corazón
El catedrático Mariano Torcal, autor del trabajo El significado y el contenido del centro político en España», subraya que las enormes distancias que, según las encuestas publicadas en varios medios de comunicación, separan a PSOE y PP —entre 14 y 17 puntos— parecen «irreales» si se tiene en cuenta la distribución ideológica de los españoles. Apuesta más bien por una brecha más cercana a los 6 o 7 puntos que recoge el CIS en voto directo. Pero, así y todo, considera que se trata de una diferencia «insalvable». Quizá porque, como señala Irene Martín, todo indica que las del 2012 serán unas elecciones en las que pese menos la ideología.
Se detecta, insiste a su vez Belén Barreiro, algo similar a lo que ocurrió en los meses previos a la mayoría absoluta de Aznar en el 2000, cuando se extendió entre ciertos votantes del PSOE un manto de amargura: «mi corazón está en la izquierda pero con todo el dolor voy a votar al PP», explica.
Hay, sin embargo, un factor que rompe el esquema que habitualmente anticipa un cambio de ciclo electoral y es que el líder del PP está peor considerado en las encuestas que el jefe del Ejecutivo, un dato que, a su juicio, introduce un importante grado de «incertidumbre». Una incertidumbre que se acrecienta ante la posibilidad de que el PSOE cambie de caballo a mitad de la carrera. Si Zapatero se despide y Rubalcaba se presenta se abriría un escenario sobre el que ninguno de los expertos reunidos por Alternativas se atrevió a sentenciar.