Al nuevo comendador

Como no tengo otra cosa/ brindo al homenajeado/ mi verso destartalado/ como si fuera una rosa/ A ver si no desatino/ y un bueno elogio me sale/ porque vale.. vale... vale/ Valeriano Campesino.

Entre el discurso jolgorio/ cortesano de esta mesa/ yo recuerdo a la Abadesa/ del drama `Don Juan Tenorio´.

Porque, no con estupor/ sinó con cariño fino/ hoy le digo a Campesino/ ¿dónde vais Comendador?/ Pues si tu valer alcanza/ estímulo gozoso/ en galardón tan glorioso/ hay que poner la esperanza.

Tienes méritos sobrados/ para una mayor altura/ y otro drama nos lo augura/ `Los Intereses Creados´.

Ya que fuiste en tus empeños/ cual Benavente diría/ Crispín, por la picardía/ y Leandro por los sueños.

Teniendo sueños muy altos/ en favor de una ciudad/ vives la realidad/ sin tímidos sobresaltos.

Plantea tu fantasía/ obras que son tu corona/ y miras aún la `Perrona´/ que la S.A.E. te confía.

Y hay en tus ojos gitanos/ picardía y decisión/ porque sabes como son/ del Órbigo los `Paisanos´.

Así, astuto y con nobleza/ guardando tus intereses/ has dado a los leoneses/ buenas fuentes de riqueza.

Y sin dejar de soñar/ en más hermosos destinos/ enseñas a tus vecinos/ lo que podrán alcanzar.

Aunque ciertos infelices/ digan: «Con soñar va bien»/ porque los pobres no ven/ más allá de tus narices.

Tú como la estaca tosca/ donde el lúpulo naciente/ bien apoyado se siente/ y hacia los cielos se enrosca.

Pones los pies en el suelo/ con precisión realista/ pero tendiendo la vista/ a los cielos con anhelo.

Anhelo porque León/ sea moderno y hermoso/ por ello no das reposo/ al plano de la estación.

Un proyecto que es «fetén»/ por muchísimas razones/ aunque al llegar elecciones/ te dejen en el andén.

Con prácticas positivas/ y fantasía a raudales/ Valeriano, tú que vales,/ debes seguir mientras vivas.

Sigue creando riqueza/ del campo en el ancho mar/ y en el campesino hogar/ vuelca saber, y nobleza.

Y aunque más alto mando/ llegue a tus manos activas/ yo, te diré, mientras VIVAS.../ SOÑADOR, SIGUE SOÑANDO.

Carmelo Hernández Moros (Lamparilla). (30 de mayo de 1968)