Cinco décadas de tradición

Conchita Baquedano y Baltasar Del Palacio crearon hace 50 años Balta, una firma que se ha convertido en referente en León. La idea original era poner en marcha un comercio distinto, que nunca antes había tenido León, en el que se pudiera comprar una joya especial, una prenda de piel y hasta artículos de decoración en un ambiente exclusivo, de lujo. Su idea se plasmó en un pequeño local en la calle Suero de Quiñones para pasar, años más tarde, a ocupar un local en el complejo de Santo Domingo.

Ya entonces se empezó a forjar una relación con el cliente que duraría años y que pasaría de generación en generación en el caso de muchos de los clientes de Balta.

Ahora Conchita y Bastasar han dejado paso a sus hijos, Santiago y María, al frente del negocio familiar. Pero siguen entre bastidores para aconsejarles si lo necesitan. En el caso de María, asegura que la ayuda de su padre le resulta esencial. «Él siempre tiene respuestas para todas mis preguntas sobre joyas, siempre puedo contar con él y todos los días le hago alguna consulta», afirma.

Ahora ellos tratan ya con los nietos de los clientes que hicieron sus padres cuando empezaron. Los dos hermanos apuestan por un trato cercano entre comprador y vendedor, donde prime la confianza y el conocerse el uno al otro para dar más fácilmente con la pieza buscada.

«Para nosotros, esto no es un trabajo, es una forma de ser y de vivir», explica María Del Palacio. Para ella, el trabajo con la familia le ha aportado mucho y asegura que más que un problema, estar con su familia mano a mano a la hora de decidir y a la hora de crear es toda una experiencia. «No me imagino en otro trabajo que no sea éste ni con otra gente que no sea mi familia», sentencia.

Ahora Balta tiene una veintena de trabajadores, muchos de los cuales llevan más de treinta años junto a la familia Del Palacio Baquedano. Aquí, además de sus propias creaciones, cuentan con alguna de las marcas más importantes del sector de la joyería como Cartier o Hermés.