9. El momento del gran terror
Es quizá el instante más espectacular y sobrecogedor de todo el montaje: los ejércitos napoleónicos, simbolizados por un águila grande y tenebrosa, atacan el Reino de León y San Isidoro chorrea sangre. La iglesia arde, los tesoros son expoliados, las tumbas profanadas, y parte del templo se hunde en medio de un enorme estrépito.