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del tajo, a la celda y al pincel

No había lugar mejor para la obra de brosio que el museo que recoge la memoria minera de la comunidad. Estaban condenados a encontrarse y lo han hecho en sabero

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León

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Ambrosio Ortega Alonso, Brosio, es protagonista en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, con sede en Sabero de una exposición sobre su obra. El centro acoge una gran retrospectiva sobre el pintor palentino. En el edificio de exposiciones temporales la muestra ocupa las dos plantas con más de medio centenar de cuadros y un centenar de bocetos en lo que constituye la muestra más completa realizada hasta la fecha de la obra de Brosio. Un laborioso trabajo de búsqueda y selección ha permitido que una veintena de propietarios de León, Palencia y Asturias hayan cedido sus obras para poner en valor la impresionante trayectoria vital y artística de este pintor olvidado. La exposición se estructura en tres áreas temáticas: mina, cárcel y campo.

Mina : Su experiencia como minero en la localidad palentina de Barruelo de Santullán le deó una huella imborrable que se trasmite de una forma brutal en las figuras oscuras y fantasmagóricas que pueblan sus cuadros. Escenas de este duro trabajo y de sus consecuencias ocupan la primera planta del edificio de temporales.

Cárcel . Casi 24 años en diferentes prisiones españolas, dejaron en Ambrosio Ortega además del triste récord de ser el español que más tiempo ha pasado en prisión por motivos políticos. Su pasión por la pintura, aprendida de forma autodidacta en la cárce le permitió a Brosio sobrevivir de forma digna a la privación de libertad. Sus acuarelas carcelarias, apartadas del resto, también «encarceladas» en esta exposición, no necesitan más explicación.

Campo. El campo castellano y la dureza del trabajo de sol a sol de los campesinos también han impregnado buena parte del realismo social que caracteriza a la pintura de Brosio.

SU TÉCNICA

La mayor parte de las obras de Brosio son acuarelas. Aunque es difícil apreciar en ellas las acuarelas a las que el público puede estar acostumbrado. Sus aguadas superpuestas con maestría apenas dejan rastro y el resultado es casi aerográfico. Su mezcla de tonos fríos y cálidos confiere a las obras un dramatismo raro difícil de conseguir, en el que los personajes se funden con su entorno sin solución de continuidad.

BOCETOS

Uno de los elementos más llamativos de la exposición son los más de cien bocetos presentes en la misma. Desde el museo se destaca este hecho: «la mayoría de las veces no existen bocetos o se opta por no exponerlos. Sin embargo nos hemos encontrado con la sorpresa de que Brosio atesoraba casi todos sus bocetos, obras de una calidad extraordinaria y nos pareció muy interesante que acompañasen a las obras finales». Bocetos de todos los tamaños, pintados en los papeles que Brosio podía conseguir, muchos de ellos uniendo varios trozos con celo que ahora es de color marrón por el paso de los años, enseñan a los visitantes el trabajo previo del artista antes de enfrentarse a la obra final.

ESTILO MSM

Esta nueva exposición del Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León vuelve a sorprender no solo por la calidad de lo que se muestra sino por como se muestra. De nuevo el MSM presenta una exposición diferente, moderna y muy atrevida. Los colores elegidos, morado y gris, resaltan las obras; los bocetos ocupan estructuras de cristal iluminadas que sirven para sacar a estas «obras menores» de la oscuridad a la que normalmente están sometidas; bocetos escondidos junto a sus cuadros en cajas espía que tan solo permiten compararlos durante unos segundos; cristaleras viniladas con fotos de los motivos que inspiraron a Brosio y frases suyas que definen su estilo; su obra de cárcel encarcelada en una sutil celda. Otra forma de ver una exposición, siempre con diseño y producción propia, a la que ya nos tiene acostumbrados este centro desde la recordada «Luces en la mina», de lámparas mineras.

MAS QUE SU OBRA, SU VIDA

La exposición no pretende solo dar a conocer la obra del pintor de los mineros, sino su vida, una vida apasionante, envuelta siempre en la oscuridad y que ahora se pretende que vea la luz.

Ambrosio Ortega Alonso nació en Barruelo de Santullán (Palencia) en el año 1925, en el seno de una familia humilde, dedicada a las labores del campo, tarea a la que se dedica Brosio hasta que con 17 años comienza a trabajar en la mina, donde se forja su fuerte compromiso social.

Estallada la Guerra Civil Española se afilia al Partido Comunista y con 22 años es detenido por motivos políticos. La ayuda prestada a su hermano, maqui huido al monte, le cuesta la cárcel.

Comienza entonces una segunda vida de Brosio, que discurre por diferentes prisiones del país, especialmente en la cárcel del Dueso en Santander.

En prisión pasará los siguientes 23 años, protagonizando varios intentos de fuga, lo que le convierte en el preso político que más tiempo ha permanecido encarceladoen España. En este tiempo es condenado en dos ocasiones a muerte, sentencias que al final le son conmutadas. La cárcel también le sirve para conocer a importantes personalidades de la cultura y la política de la época, como Agustín Ibarrola, que dejan en Brosio nuevos ánimos para seguir luchando por sus ideales políticos y sociales.

Pero la prisión también despierta en él una pasión que desde niño tenía dormida, la pintura. De forma autodidacta, fabricándose sus propios pinceles con los cabellos de la barbería de la prisión, Ambrosio Ortega vuelca toda su creatividad en los lienzos que le acompañan en los interminables días que trascurren en la soledad fría de la celda. Duras escenas de mina y cárcel comienzan a brotar de sus pinceles, y sus acuarelas alcanzan una perfección y un estilo especial que se adelanta al plasmado en los cómics y películas de las décadas siguientes, iconos de la modernidad.

En 1970 queda en libertad y dedica sus primeros esfuerzos fuera de prisión a la organización del Partido Comunista en la Provincia de Palencia, sin olvidar su otra gran pasión, la pintura.

Numerosas exposiciones en España le abren la puerta de America y cuando su obra va a ser expuesta en Nueva York, la enfermedad se cruza en la vida de Brosio y trunca una carrera artística que se prometía imparable.

La gran fuerza vital de este pintor le ha hecho sobreponerse en numerosas ocasiones a su mala salud y a pesar de haber permanecido en los últimos años alejado de los circuitos artísticos, ahora retoma con mucha fuerza su regreso con la exposición temporal del MSM Brosio, el pintor de los mineros .