Cerrar

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

La primera tarjeta bancaria se lanzó en España hace cuatro décadas y goza de excelente salud. La suya es una historia de éxito, salpicada de unos pocos fiascos como el fracaso del monedero electrónico recargable -“ningún comercio lo adoptó-, la minitarjeta llavero -“la banda magnética se rayaba con las llaves- o el retraso en la aplicación de la tecnología del pago por móvil, que ahora empieza a despuntar tras nueve años de ensayos. El 14 de abril de 1971 el Banco de Bilbao tomó la iniciativa . Aquel primer dinero de plástico -“así lo llama todavía, Cándido Urbano, de 96 años, uno de los primeros directores de oficina que comercializó el producto en la capital vizcaína- era una tarjeta de crédito con un límite máximo de 25.000 pesetas, prácticamente el doble del salario medio mensual en aquel momento. Gratuita, permitía el pago total a final de mes o el aplazamiento del 10% del saldo dispuesto.

El Banco de Bilbao se lanzó a esta aventura de la mano del Bank of America, pionero en las tarjetas bancarias. Pero la historia del pago sin efectivo se remonta a comienzos del pasado siglo. En 1914 General Petroleum (convertida años más tarde en Mobil Oil) repartió tarjetas que financiaban compras entre sus empleados y clientes. El crash del 29 ahogó otras iniciativas similares, y fueron las aerolíneas y los ferrocarriles los que resucitaron en el periodo entre las dos guerras mundiales este tipo de estímulos.

En 1949 Frank MC Namara, promotor de la Hamilton Credit Corporation, cenaba con amigos en el restaurante neoyorquino Major´s Cabin Grill cuando descubrió que se había dejado la cartera en casa y no podía hacerse cargo de la factura. Esa experiencia, y los problemas que le planteaban algunos clientes morosos le llevaron a reflexionar sobre el valor de los documentos personales como credenciales de pago. Meses después nacería Diners Club y el turismo trajo la Diners a España en torno a 1952.

Un año antes, el Franklin National Bank de Long Island (Nueva York) había creado una tarjeta bancaria utilizable por clientes de otras entidades. Y el paso decisivo hacia la tarjeta bancaria, el verdadero dinero de plástico, se dio en el momento en que entidades financieras norteamericanas, que desde hacía muchos años utilizaban este sistema para financiar a sus propios clientes, decidieron traspasar el negocio a una entidad intermediaria.

¿Qué ha sido de aquellos clientes pioneros, los arriesgados que a comienzos de los setenta empezaron a utilizar el dinero de plástico? BBVA ha identificado a 3.500 y los reunirá en Bilbao para hacerles un homenaje.