El banco de la biodiversidad
La idea de tener múltiples especies vegetales en la ciudad de León es posible gracias al Coto Escolar. Su nuevo banco de semillas permite entre otras cosas promover el intercambio de semillas entre los productores e instituciones educativas, además de difundir entre los escolares la importancia de la biodiversidad y la problemática de las especies invasoras. El Banco de Semillas surgió gracias al premio concedido al Ayuntamiento de León por parte de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) por el proyecto presentado para el concurso sobre el incremento de la biodiversidad en el año 2009. Como una lección más dentro de las clases teóricas lo aprendido también se pone en práctica en la colección de cultivo, que es el apartado práctico de la creación del Banco de Semillas. Consiste en hacer una siembra de las especies de las que tenemos semillas almacenadas en el banco. De este modo —según asegura la directora, Raquel Martínez— se consigue «fomentar la riqueza de la ciudad, a la vez que conocemos más de nuestras especies autóctonas. Estas actividades también servirán para repoblar diferentes zonas de la ciudad de León, como parques y jardines, así como los Huertos de la Candamia, y zonas del Coto Escolar. De este servicio también se podrá beneficiar toda aquel que lo solicite. «Inicialmente —declara Raquel—se plantarán en las instalaciones del Coto Escolar, donde se cuidarán durante las primeras fases del desarrollo. Posteriormente serán trasladadas a otros lugares donde continuarán su crecimiento», siempre vigiladas y mimadas por el personal del Coto así como por los más pequeños.
Esta colección tiene como objetivo fomentar el cuidado de especies vegetales autóctonas de la provincia, tanto alimenticias como ornamentales.
La primera especie que forma parte de esta colección es la Patata sapera, procedente de La Cabrera baja, concretamente de Robledo de Losada.
Las actividades en este `almacén de biodiversidad´ implica estudiar la biodiversidad vegetal europea, ya que uno de los principios del proyecto consiste en intercambiar experiencias, protocolos e infraestructuras con otros países «para lograr optimizar una eficaz conservación de las semillas, y por tanto de las especies». Todas las experiencias llegan una vez más a la comunidad escolar, público objetivo.