Diario de León
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En la batalla de las Termópilas se inspiró la conocida y exitosa película Los 300 . Una batalla agónica para los espartanos en tierras griegas frente a las tropas persas. También son agónicos 300 los puntos básicos que ha alcanzado el diferencial entre los bonos españoles y los alemanes. La prima de riesgo de España se ha paseado en los últimos días por el filo de la navaja. Ha llegado a marcar un máximo histórico en 377. Es decir, ha deambulado peligrosamente por el borde del abismo. Las obligaciones españolas a diez años han llegado a ofrecer una rentabilidad de hasta un 6,30 por ciento, un nivel que complica y encarece notablemente la financiación del Tesoro español. Los analistas sitúan la línea roja que no debería rebasarse en el 7 por ciento de rentabilidad y en los 400 puntos básicos de diferencial. Nadie olvida que el nivel deseable, el nivel lógico de ese diferencial, no debería rebasar en España los 100 puntos. Los diferenciales altos indican la existencia de muchas dudas por parte de los inversores internacionales, que exigen a España una rentabilidad de casi el doble que a Alemania. Exigen el doble porque se fían la mitad. Y eso significa que se encarecen y dificultan las emisiones del Tesoro, de los bancos y de las empresas industriales que necesitan financiación. El presidente el BBVA, Francisco González, estima que cada 100 puntos básicos de subida en la prima de riesgo le suponen a España un coste extra de 12.400 millones de euros anuales, cantidad que equivale al 1,2 por ciento del PIB. C on costes tan altos, el Tesoro español ya obtendría mejores condiciones de financiación en los organismos internacionales que en los mercados abiertos.

Una prima de riesgo alta equivale, a la postre, a una mayor probabilidad de incumplimiento de las obligaciones futuras de pago. Algo que ya se ha visto con nitidez en Grecia, en Portugal y en Irlanda, y que amenaza con extenderse a España y a Italia. Y eso ya son palabras mayores. En el peor de los casos el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la UE podrían salvar a España si fuera necesario, pero no podrían ayudar a Italia, ya que un rescate de la república transalpina exigiría, cuando menos, un billón de euros. Una cantidad que no está en la caja. Ni se la espera. Todas las luces rojas de alarma están encendidas. Los analistas de JP Morgan creen que el diferencial debería reducirse, en la medida en que España vaya marcando diferencias con otros países con problemas. Este augurio se apoya en un bajo ratio deuda/PIB en España, una sólida base de inversión y en la ausencia de riesgo de ejecución en el presupuesto de 2010. Sin embargo, JP Morgan avisa de que España todavía tiene un ratio déficit/PIB muy alto. Y hay dudas sobre la alta deuda privada y sobre cómo reaccionará el país ante las últimas subidas de tipos de interés... y las que pueden producirse en el futuro.

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