Cazadores de herencias
Lo que ignora el común de los mortales es que cualquiera puede hacer negocio -˜chivándose-™ de herencias sin heredero, facilidad que aprovechan algunas personas o empresas para convertirse en cazadores de herencias. El decreto 2091/1971 establece que toda autoridad o funcionario público, de cualquier administración, que conozca el fallecimiento intestado de una persona sin herederos «está obligado» a avisar a la Delegación de Hacienda de la provincia del finado. Y no hay compensaciones. Pero quienes no pertenezcan a la administración y denuncien una de esas situaciones tendrán derecho a premio, en concreto al diez por ciento del valor de los bienes. El Estado reconoció en el 2009 ese derecho en 16 casos, y pagó 1.732.347 euros a quienes avisaron de la existencia de esos capitales.La Administración Central también ingresó otros 6.054.315,55 euros en 2009 fruto de saldos y depósitos declarados «en abandono» en ese ejercicio -”un 2,6% menos que en el 2008-”. La ley considera «abandonados» todos los valores, dinero y demás bienes muebles depositados en entidades financieras de los que el titular no haya ejercido ningún derecho sobre ellos en el plazo de 20 años. Del total del dinero declarado olvidado, 5.275.555,92 euros eran saldos en metálico (el 87%), mientras que los restantes 778.759,63 euros corresponden al valor nominal de los valores (acciones u obligaciones) así recaudados.