Diario de León

ERUPCIÓN en el hierro

Un pueblo extraño

La Restinga, la localidad pesquera que más sufre la tensión por el volcán, luce un aspecto desolado hasta para sus propios vecinos, que han tenido que dejar sus hogares

Uno de los vecinos que tuvo que ser desalojado ante las alertas por erupción.

Uno de los vecinos que tuvo que ser desalojado ante las alertas por erupción.

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

El pueblo pesquero de la Restinga, en El Hierro, que fue desalojado esta semana ante la previsión de una erupción volcánica cerca de la costa, luce estos días un aspecto extraño y desolador hasta para sus propios vecinos, que pudieron regresar unos minutos para recoger algunos efectos personales.

Flora, que regenta un restaurante en esta zona, explica que tuvieron 20 minutos para acercarse a sus domicilios y recoger algo de ropa «que ayer con las prisas y los nervios» no cogió. La sensación que le causó volver al pueblo la conmocionó: «Me puso mala. Yo fui nerviosa, pero vine peor», asegura esta vecina de La Restinga, a quien la orden de evacuación le cogió sirviendo camarones y morenas, que quedaron sobre la mesa.

También para Berto, pescador de La Restinga, la sensación que ha tenido ha sido extraña. Regresó al pueblo a desconectar la luz del barco «y miraba para atrás porque iba solo por ahí abajo. No había nadie en el puerto ni en la playa».

Este pescador dice que ninguno de sus colegas ha querido trasladar su embarcación hasta el puerto de La Estaca, a la espera de que esta incidencia se resuelva y que pronto puedan volver a faenar.

Además, comenta que el mar ha estado especialmente fuerte y que, al menos con su embarcación, lo hubiese pasado mal si se hubiese tenido que trasladar a La Estaca.

Elio Morales, pescador jubilado, señala que su hijo, también pescador, estuvo en las cercanías de la zona donde probablemente se produjo la erupción y le ha comentado que no había notado nada extraño, salvo que el agua estaba más caliente.

«Fue a coger camarones y ese día pescó más que nunca», explica Morales, que al igual que los otros vecinos de El Pinar y La Restinga quieren que el volcán salga de una vez para así poder recobrar la normalidad a sus vidas.

Miedo

María Morales también es una vecina de La Restinga que tuvo que ser evacuada y que junto con su madre anciana se aloja en casa de un hijo en El Pinar. La mujer llora cuando recuerda su domicilio y afirma que hasta ahora no había sentido miedo, pero ahora teme cómo puede terminar este proceso volcánico que comenzó en el mes de julio.

«Nos han informado, pero yo ahora tengo miedo», admite María, que aunque añora regresar a su casa, no quiere volver hasta que haya seguridad total de que se ha vuelto a la normalidad y «no va a pasar nada». La que fuera hasta el pasado año directora del colegio de El Pinar, Etelmira Morales, ha asegurado que ha sido muy duro ver cómo los vecinos de La Restinga se veían obligados a abandonar sus casas. Afirma que los pobladores de El Pinar le hna podido devolver a los de La Restinga el favor que estos le prestaron cuando tuvieron que acoger en sus casas a las personas mayores cuyas viviendas se vieron cercadas hace años por un incendio forestal.

Morales opina que la mayoría de los herreños han racionalizado e interiorizado la posibilidad de una erupción volcánica debido a la información recibida y, para ella, han actuado de una forma ejemplar..

«Estoy muy orgullosa de ser herreña», proclama Etelmira, quien espera que de esta crisis volcánica se saque la conclusión de que es preciso formar más sobre vulcanismo, especialmente si se tiene en cuenta el origen de las islas Canarias.

tracking