CANTO RODADO
Llaman a la puerta
NI EL CIS DA MARGEN PARA LAS SORPRESAS EN EL 20-N: SE ESPERA UN QUE TODO CAMBIE PARA QUE TODO SIGA IGUAL CON EL ELECTORADO DE MERA COMPARSA
Esta semana llamaron a mi puerta dos mujeres impecablemente vestidas. Me informan que el día anterior —1 de noviembre— habíamos recordado a nuestros muertos. Las miro perpleja. No tengo tiempo. Insisten. ¿Tiene la Biblia en casa? Un poco cansada les pregunto de parte de quién llaman. De Dios. Somos testigos de Jehová. Acabáramos, no me interesa. Ellas, vuelta a la carga. Les paro y aún logran endosarme un papelín.
Un tríptico con una foto de familia en la que los varones están de pie y en actitud activa y las mujeres sentadas y en actitud contemplativa y desveladas por el cuidado de unos cachorrillos, la niña, y del primogénito varón, la madre. El padre sujeta hábilmente sobre su mano un loro o un papagayo (yo creo que es una reencarnación de las proselitistas amaestradas). El panfletito promete. «Esposas: tengan profundo respeto a sus esposos» (Efesios 5:33). Y citan al Génesis para sustentar la idea de que Dios dio la mujer al hombre como ayudante: «Si la esposa ayuda a su esposo a desempeñar sus serias responsabilidades habrá felicidad en la familia». ¡¡Toma!! Y eso que la Constitución consagra la igualdad y la no discriminación.
Si no fuera porque el copyright tiene firma norteamericana, de Pennsylvania, y estas señoras no llevan velo a buen seguro estas campañas en pro de la presunta felicidad familiar ya habrían sido denunciadas por machistas y fundamentalistas. Serían perseguidas, sancionadas y estigmatizadas. Las apariencias engañan mucho. Hay talibanes más allá del Islam.
Voilà!! Llegó la campaña
Estamos en campaña!! Voilà!! En cualquier momento llamará a su puerta un candidato o se lo topará en el mercado, aunque el pescado, según las encuestas, ya está vendido: 3-2, esta vez a favor del PP. Cambio de ciclo. Cuidadín con las apariencias. Avon, con su abanico de maquillajes, llama a su puerta en forma de Alfredo Prada, capaz de redactarse a sí mismo una noticia del encuentro casual con escolares en el aeropuerto (prepárense para cuando gobierne con Rajoy), o José Antonio Alonso, intentando borrar de las papeletas a Francisco Fernández, que se resiste. Va a tener que usar lejía para pasar la prueba del algodón.
León es ahora un mero puntito en el mapa electoral que al PP le reportará, si se cumplen los pronósticos, una diputada más —Arancha Miguélez— y pleno en el Senado —Juan Morano, Luis Aznar y Silvia Franco— para sumar en la carrera de Rajoy a La Moncloa. Rubalcaba ni se molesta en intentar arañar un voto más en el Viejo Reino de Zapatero.
El único que lleva el rostro de triunfador en el PSOE es Nicanor Sen. Senador in pectore . El alcalde de Cistierna sonríe ante las circunstancias más adversas. Salta a la vista que es de natural optimista. Aparte de que sabe colocarse en el lugar adecuado, en el momento oportuno. Número uno al Senado. Puesto asegurado.
La misma melodía
Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado» ( El gatopardo . Giussepe Tomasi). Así se presenta la batalla electoral. Al más tradicional estilo siciliano. Con la promesa del cambio —eslogan del triunfo de Felipe González en 1982 que dejó a Óscar López peor que estaba el pasado 22-M— para seguir sacrificando a la misma gente. Sí, Morano cambia al Senado y Prada (diez años en el Senado 1993-2003) se va al Congreso. Aznar cambia el 112 por el Senado. Suma y sigue.
Pero como cantó el portugués Luis Cilia: E sempre a misma melodia (...) mudan as moscas, só a merda non varia . Cambiar, cambiar, cambiarán de dueño a partir del 20-N las casi cinco millones de personas en paro. La cuestión es cómo las digerirá el triunfador.