Con hijos y de nivel medio-alto

El turista ruso que viaja al exterior es una persona de entre 25 y 45 años, procede de una ciudad con más de un millón de habitantes, tiene poder adquisitivo y una posibilidad de gasto medio-alto. Casi siempre está casado y con hijos y quiere pasar sus vacaciones de verano en un destino cálido, donde disfrutar del sol y la playa. En España va sobre todo a Cataluña (57%), pero también a Canarias (10,7%), Andalucía (8,8%) y Baleares (7,6%), destinos que contrata a través de una agencia de viajes a la que compra un paquete turístico que incluye el visado de entrada.

Son datos de un estudio sobre el mercado ruso realizado por el Instituto de Turismo de España (Turespaña), que explica que la inmensa mayoría de los turistas rusos proceden de Moscú y San Petersburgo. Esos datos corroboran un muestreo realizado en el 2006 por el Consulado General de España en la capital rusa, que decía que el 54,3% de los turistas llegaban de la región centro, el 21,1% de la región norte, el 10,3% del sur el Volga, otro 11,4% de los Urales y sólo el 2,9% de Siberia y el Extremo Oriente ruso.

Casi el 94% de los turistas rusos que visitaron España en el 2010 llegaron en avión. Las llegadas por carretera sumaron el 5,8% y están en franco retroceso. Entre sus inquietudes, además de la playa, están también el turismo cultural y la gastronomía.

El 91,4% de los rusos vienen por motivos de ocio. Los viajes de negocios son un reclamo sólo para el 4%, aunque esta modalidad está en expansión.