Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Empezada a mediados de marzo la revuelta social en Siria llega ahora a los ocho meses y unos 3.500 muertos, pero se ha acelerado fuertemente en los 19 días que llevamos de noviembre y en este breve tiempo ha sufrido un cambio cualitativo que la hace distinta, la vuelve mucho más inquietante, histórica y compleja y, como era de prever, la aleja del justificado, pero superficial, dibujo según el cual un régimen opresor reprime por la fuerza a una oposición inerme y unánime.

El lector no debe preocuparse en términos morales por lo que acaba de leer: en efecto, el régimen sirio, el de la familia Assad y sus asociados, que son varios con intereses diversos y un pasado propio, administra una dictadura nacida hace 41 años de un golpe de estado a cargo del general Assad, padre del presidente actual, y perpetuado por la represión y el discurso nacionalista. Desde un punto de vista democrático y moral solo merece una fuerte reprobación.

Tiene defensores, expresa el éxito de una comunidad minoritaria (los alauíes, mejor llamados nusayríes, chiíes heterodoxos) frente a la mayoría sunní y preside una alianza de hecho con los cristianos de varias iglesias, principalmente ortodoxos y católicos (maronitas), con dos Patriarcados de peso ancestral protegidos por el poder, y agrupaciones menores. El mencionado cambio cualitativo se expresa hoy en dos hechos: a) la nueva actitud turca, muy pro-opositora, activista hasta albergar en su suelo y bajo protección oficial a los principales sujetos de la oposición (Consejo Nacional Sirio y Ejército Sirio Libre); b) la aparición en escena de los Hermanos Musulmanes con una conferencia de prensa en Estambul el jueves a cargo de sus dos líderes, Mohamed Ryad Shakfa y Faruq Tayfur. Hace varios meses que la rebelión es islamista en Hama y Homs, dos baluartes de la Hermandad, y ahora los Hermanos, crecidos por el precedente libio, exhortan a la aviación turca a que establezca la añorada ‘zona de exclusión aérea’. Se supone que el Gobierno turco no hará tal cosa, pero deja hacer mientras ve en ruinas el lema de su nueva política exterior: ‘cero problemas con los vecinos’. Y anoten otro hecho: el silencio israelí.

tracking