los turistas dan la espalda
El turismo, uno de los sectores más volátiles y susceptibles de ser afectados por la inestabilidad económica, ha puesto de rodillas a los países que dependen de él. En Egipto, donde uno de cada ocho empleos está ligado al mismo —supone el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) del país—, sus ingresos cayeron un 30% en el 2011 hasta los 6.600 millones de euros, según las cifras oficiales del Gobierno. Sin embargo, fuentes sectoriales estiman que el retroceso fue aún mayor, pues las autoridades habrían recurrido a la argucia de contar como turistas a los miles de refugiados libios que atravesaron la frontera egipcia durante la guerra en el país vecino. Con todo, y pese a que los principales lugares turísticos del país se encuentran casi desiertos, las autoridades se mantienen optimistas, y consideran que en el 2012 se conseguirán atraer entre 12 y 13 millones de viajeros.
Jordania, donde las visitas han caído un 57%, también espera que las cifras del 2012 sean más halagüeñas que las del año de las revueltas
A pesar de que el Gobierno consiguió en 2011, a través de distintas promesas, que las protestas no desembocaran en una revolución, la situación de los países colindantes, especialmente Egipto, les afecta muy directamente, más aún si tenemos en cuenta que el 14% del PIB del país jordano, de por sí ya muy endeudado, depende del turismo.
En Túnez, el sector perdió un 55% de sus visitantes, y en Siria —según datos del Banco Mundial— un 80%.