Cerrar

de competición

Eduardo y sus 55 ‘atletas’, campeones de españa en el 2011

concursos nacionales y olimpiadas propias.

Los hermanos sujetan la banda de campeones de España; Eduardo recibe el premio de campeón de España; imagen de los huevos cuyos pichones competirán en el próximo mundial, en septiembre.

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Eduardo Barrallo, con la ayuda y el apoyo continuo de su hermano Guillermo, compite en unas olimpiadas muy particulares, las de colombofilia. Cada dos años una ciudad del mundo acoge este evento deportivo, de carácter olímpico, en el que las palomas se convierten en verdaderas ‘atletas’ en el aire. Pero a nivel nacional son siete los concursos que se celebran al año, uno de ellos en el que sólo participan pichones.

Este leonés, maestro de profesión, lleva a sus espaldas varias victorias en los campeonatos de España. En el 2011, Eduardo se consagró como campeón nacional de regularidad —una de las variedades de competición—, donde concursó con sus 55 palomas. Es su galardón más reciente, pero en el 2010 ya se colocó tercero en esta misma modalidad y consiguió, además, la anilla de oro en el campeonato de España de prestigio de dos años.

Los hermanos Barrallo entrenan a estas deportistas aladas, pero ellas y su espectacular capacidad para sobrevolar cientos de kilómetros son los verdaderos protagonistas. En los concursos se mide su velocidad y su resistencia, según Eduardo, que explica cómo las palomas pueden llegar a recorrer entre 300 y 700 kilómetros de distancia dependiendo de la modalidad en la que compitan: de velocidad, medio fondo, fondo y gran fondo. Cuatro pruebas en las que, cual proyectiles, alcanzan velocidades medias que rondan los 70 Km/h. «El máximo está en algo más de 100 Km/h», comenta el combófilo. Se premia a los ejemplares que más velozmente lleguen al palomar del que son originarios, donde un chip colocado en una de sus patas registra en un ordenador la hora de llegada, el tiempo y la velocidad que ha seguido durante el vuelo.

Dedicados a la competición, en León existen dos clubes, el Club Colombófilo San Francisco —al que peretenecen Eduardo y Guillermo y forman alrededor de 40 personas— y el Club Colombófilo Leonés. Las palomas de ambos se juntan en un camión que las traslada al lugar de la competición, donde las sueltan y ponen en evidencia las enseñanzas de sus entrenadores. Para Eduardo, el reto más difícil es el Campeonato de Seguridad, pues combina la suma de puntos y coeficiente, «es como ganar una etapa ciclista por equipos, no vale con tener un solo ejemplar que destaque». Las mensajeras se codician caras. Un ave ganadora puede llegar a costar en España alrededor de 6.000 euros, sostiene Eduardo, «aunque uno no suelen deshacerse de ellos, lo que se hace es vender los pichones de éstos que, se supone, serán buenos». Los hermanos Barrallo ya apuestan por las palomas que llevarán al próximo mundial —en septiembre en Eslovaquia—, aún son dos pequeños huevos. Esperemos que no les defrauden.