HUEVOS DE PASCUA
una tradición de punta a punta
muy arraigada en países europeos y cada vez más extendida en américa, esta costumbre pagana colma de ilusión a niños y mayores en muchas partes del mundo
La tradición de los huevos y conejos de Pascua, sinónimo de renacimiento y fertilidad, gana cada vez más adeptos en todo el mundo para alegría de los niños, que son los que más disfrutan con estos dulces. Estas costumbre puede tener su origen en «el paganismo, pues una gran cantidad de costumbres paganas, que celebraban el retorno de la primavera (en el hemisferio norte), se introdujeron en la Pascua. El huevo es el emblema de la vida que germina al comienzo de la primavera», según la Enciclopedia Católica.
Regalar huevos por Pascua es una tradición muy arraigada en países europeos como Alemania, Polonia, Eslovaquia, y Reino Unido, pero también se extiende en América en países como Estados Unidos, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile.
Cada vez son más los centros comerciales en todo el mundo que se llenan en estas fechas de huevos de Pascua y conejos de chocolate, y el Domingo de Resurrección las familias participan en el ritual de esconder y buscar estas golosinas.
En EE.UU., sólo las dos guerras mundiales y en alguna ocasión el mal tiempo han impedido que niños de todo el país correteen tras los huevos de Pascua por el jardín presidencial, desde que el presidente Rutherford B. Hayes introdujera esta tradición en la Casa Blanca en 1878. El llamado Easter Egg Roll («Carrera de Huevos de Pascua») es literalmente una carrera en la que los niños compiten por rodar huevos duros de colores.
Para este año, la Casa Blanca ha vinculado el festival, que tendrá lugar mañana, 9 de abril, con la campaña de promoción del deporte y la alimentación sana que lidera desde el 2010 la primera dama, Michelle Obama.
En las últimas décadas, en el Domingo de Resurrección en Bolivia es tradicional obsequiar huevos y conejos de Pascua de chocolate. Desde que comienza la Cuaresma, los supermercados brasileños ofrecen un amplio surtido de huevos de Pascua al igual que las tiendas de alimentación de Uruguay.
Paraguay también ha importado la costumbre del huevo o la rosca de Pascua, habitual regalo para los padrinos a los que se suele visitar el Domingo de Resurrección.
En Argentina, un grupo de reposteros de la ciudad patagónica de Bariloche, en la provincia del Rio Negro, se propone elaborar este año el huevo de Pascua de chocolate más grande del mundo con el fin de hacerse un lugar en los récords Guinness. Con casi 4.000 kilos de chocolate, 8,5 metros de altura y unos 5 de diámetro, el huevo será repartido entre los pobladores y visitantes.
En España, las regiones de Cataluña y Valencia son las que tienen más tradición en la elaboración de figuras de chocolate para celebrar la Pascua. Se trata de las monas de Pascua, en algunos casos verdaderas esculturas en chocolate.
En el Reino Unido, la tradición cuenta que el conejo de Semana Santa esconde los huevos de Pascua durante la noche del domingo de Resurrección para que los niños los busquen durante al día siguiente, en un juego que se conoce como la «caza del huevo».
Juegos
Especialmente en el Norte de Inglaterra y Escocia, hay juegos como el huevo rodante, que consiste en lanzar los huevos rodando desde la cima de una colina, o la lucha de huevos, en la que los niños chocan unos huevos con los otros para ver cuál aguanta más.
En Alemania, en la mañana del Domingo de Pascua, los más pequeños buscan en sus casas o en el jardín huevos coloreados que la noche antes ha traído y escondido el «Conejo de Pascua». En las zonas rurales del norte del país son muy populares las «Hogueras de Pascua». Vecinos, familiares y amigos se reúnen generalmente la víspera del Domingo de Pascua y queman ramas de arbustos y de árboles para ahuyentar el invierno.
En Austria, país eminentemente católico, se invita a los niños a que busquen en el bosque o en los parques huevos pintados y chocolatinas, después de asistir la familia a la misma dominical.
Los huevos de Pascua, pintados y decorados con vivos colores y figuras como conejos, flores o campanas, son la estrella indiscutible de la Semana Santa polaca. La tradición los asocia con el renacimiento de la vida, y se considera que cuantos más se coman durante estos días mejor suerte se tendrá el resto del año. El Lunes de Pascua los polacos ponen fin a la Semana Santa con una divertida tradición que consiste en mojar a los amigos y familiares con cubos de agua, siempre y cuando el tiempo acompañe.
El agua arrojada limpia simbólicamente lo malo del año y purifica para el nuevo periodo que arranca, aunque también se dice que las «chicas mojadas se casarán antes que las que evitan el agua».
En Hungría también tienen como costumbre en esta fecha el «riego» de las jóvenes y mujeres, para que no se «marchiten», según las tradiciones de fertilidad.
La «paloma de Pascua», un bizcocho con forma de paloma coronado por ralladura de naranja confitada, comparte protagonismo en Italia con los huevos de Pascua.
En Israel, en las casas de la minoría cristiana palestina se cuecen huevos en los días previos al Domingo de Pascua para pintarlos con colores o dibujar conejos o diseños. Los huevos se comen cocidos el domingo, en un banquete con gran presencia de dulces en celebración de la resurrección de Cristo.
En la ex antigua Yugoslavia, la Pascua es una gran festividad, tanto entre los países de mayoría católica, Eslovenia y Croacia, como en los de mayoría ortodoxa, como Serbia, Montenegro y Macedonia.
La Iglesia Ortodoxa Serbia, al igual que la Rusa o Macedonia, calcula la fecha de Pascua según el antiguo calendario juliano, que este año será una semana después de la católica, el 15 de abril.