con perdón

Alfredo Prada volvió al Locus Appellationis de la Catedral de León, el lugar donde se impartía justicia en la Edad Media, para asistir al acto del Perdón de un preso. Fue Prada el que recuperó esta tradición para mayor gloria de la Cofradía del Santo Cristo del Perdón. Se había interrumpido en los años 70 y ya lleva 15 años y 14 indultos a cuestas. El diputado del PP por León y presidente de la comisión de Justicia en el Congreso se ganó muchas simpatías con esta iniciativa a un lado y a otro de El Crucero. Más que Zapatero con la supresión del paso a nivel. Así son las cosas en León.

Con el preso redimido, la procesión saltó del anonimato del Martes Santo al brillo mediático. Pero todavía es poco. Vía Prada y no sé con qué clase de méritos, los del Perdón, han hecho abad honorario a Gallardón. ¿Será por pujar a favor del copago en la Justicia? ¿Por dar carnés de mujer-mujer sólo a aquellas que sean madres? o ¿por los 7.000 millones de euros de deuda que dejó en el Ayuntamiento de Madrid? La verdad es que el ministro, ese que pasaba por progre dentro del PP, está sembrado. Pero su afán de protagonismo es desmesurado.

Con perdón, no le veo merecedor del pomposo título. El que más ha pujado por la vara del Perdón es Cristóbal Montoro, el ministro de Hacienda, que ha perdonado a diestra y siniestramente a los grandes defraudadores. El Gobierno entero, con Rajoy a la cabeza, procesionó el Viernes de Dolores con la amnistía fiscal a cuestas, para mayor escarnio del pueblo español y del contribuyente medio. ¡Con el Cristo que le montó el PP a Zapatero por querer hacer algo parecido hace dos años!

Los intocables

Para colmo, nos desayunamos en León con los 250 intocables del Ayuntamiento. Los coches con licencia para aparcar donde les pete sin temor a las multas. La UPL se rasgó las vestiduras como si no hubiera estado nunca en el Gobierno municipal. El PSOE se llamó a andanas y habló en clave. «Sólo sabíamos que había un código P», confesó el ex edil de Tráfico, José Antonio Díez. P, de Perdonados . Hasta el CNI estaba implicado en la urdimbre invisible de los intocables. Con la inteligencia nacional nos hemos topado. Quizá por eso no quieren hacer públicos los nombres. Estoy segura de que el intendente jefe, Martín Martínez, nuestro Elliot Ness, se los sabe de memoria.

La cuestión es cuántos intocables sobreviven a la criba y con qué meritaje. El alcalde está tentado a hacer una lista con todos los sueldos, dietas, prebendas y privilegios de que disfrutan los elegidos en las urnas y los que son nombrados a dedo. Propongo que los convoque a todos en el Locus Appellationis y les conceda la indulgencia municipal plenaria. Con la venia de Prada.

Osario medieval

Porque esta ciudad, que presume de ser la cuna del parlamentarismo, deja mucho que desear en cuanto a calidad democrática y transparencia pública. Cada día se parece más a un parque temático de la Edad Media. Todo un filón para el turismo nacional e internacional y una nueva oportunidad para intentar recomponer el osario revuelto de los Reyes de León.

Lo de retrasar el AVE al 2015 es para no desmerecer el paisaje casi feudal que nos envuelve, no para que lo vendan Rajoy, Prada y Carrasco en vísperas de las próximas elecciones municipales y generales. Y que el Teatro Emperador se caiga a trozos es para entretener con viejos recuerdos de fotogramas a los 44.000 leoneses en el paro. Que las cuencas mineras hayan sido ignoradas en los PGE no es nada personal contra el carbón ni contra las tierras que han sacrificado a sus gentes y a sus paisajes para pujar por el desarrollo de este país. Es lo que hay, dice Rajoy. Y no vamos a hacer otra cosa. Punto.