algunas de sus perlas

El repertorio de Berlusconi es inagotable y sus temas de lo más transgresores. En su faceta escatológica: Berlusconi es invitado por la reina británica a dar un paseo en carroza por Londres. En un momento dado uno de los caballos se tira un pedo descomunal. Avergonzada, la reina murmura: «Le ruego que acepte mis disculpas». A lo que el primer ministro responde: «No faltaba más, majestad. Pensé que había sido el caballo».

Sobre periodistas, el siguiente chiste: Un joven mete la mano en la jaula de un león. La fiera casi le arranca la mano. Un periodista de ‘l’Unità’ (diario de izquierdas) le pregunta a quién vota, y el joven le responde que a Forza Italia (partido de Berlusconi). Un día después, ‘l’Unità’ titula: «Un seguidor de Berlusconi le quita la comida a un inmigrante africano».