La franqueza, una gran baza
«Por supuesto, si el padre y la madre de la zona euro no respetan las reglas, no se puede esperar que Grecia lo haga», enfatizó Monti en una de sus escalas asiáticas. Lejos de granjearle enemistades, la franqueza le ha dado todavía más enteros al líder tecnócrata. En Bruselas, su nombre figura en todas las quinielas para los puestos más altos. Se llegó a hablar de que podría relevar a Herman Van Rompuy como presidente del Consejo Europeo, el órgano que aglutina a todos los países, pero el exprimer ministro belga seguirá en el puesto otros dos años y medio. También se especula con que asuma la dirección del Eurogrupo, el cónclave reservado a los ministros de Economía, o más a largo plazo que releve a José Manuel Durao Barroso al frente de la Comisión.
No sería extraño que acabe en algún puesto europeo, pero Monti ha insistido en que ya tiene bastante con su trabajo en Italia hasta la primavera del 2013, momento en el que se celebrarán las elecciones. Su desembarco europeo sería celebrado hasta en el mundo anglosajón, que ha jaleado en buena medida todas sus reformas desde que llegó al poder.
La revista ‘Time’ le designó hombre del año en Europa y en ‘The Economist’ le comparaban el mes pasado con un histórico patricio que salvó a la antigua Roma. A juicio de la revista británica, el «impresionante» primer ministro italiano «ha cambiado la política doméstica y la europea».